Guantánamo.- Una llamada muy temprano llega a mi teléfono este Primero de Mayo: “Amiga, buenos días. Quiero que transmitas a todo mi pueblo guantanamero una felicitación en el Día Internacional de los Trabajadores. Mi corazón está con ustedes.”
La interlocutora era la Doctora en Ciencias, Anselma Betancourt Pulsán, recién condecorada con el Título de Heroína del Trabajo de la República de Cuba. Mujer sencilla, muy familiar, consagrada investigadora de la Ciencias Médicas, docente enamorada de sus estudiantes y con alto sentido del deber.
Anselma es de esas guantanameras rechonchas, y no me dejarán mentir quienes la conocen. En su trayectoria laboral atesora una larga lista de reconocimientos, quizás los más relevantes, además del ya mencionado, el Premio Anual de Salud 2017 y el Premio al Mérito Científico 2015.
Experta cuando se habla de alcoholismo y drogodependencia, la también especialista de Segundo Grado de Fisiología Normal y Patológica e Investigadora Titular, es autora de diversos libros y artículos científicos y ha representado al gremio médico de la más oriental de las provincias en varias naciones del mundo. Ejemplo para los trabajadores de la Salud y la Educación, ya que, en las aulas ha transcurrido gran parte de su vida, se suma al desfile representado por más de 10 mil guantanameros en la Plaza Mariana Grajales Coello.
No por casualidad fue la llamada de la profesora de la Universidad de Ciencias Médicas de Guantánamo, y es que cuando se habla de amor y apego al terruño, decididamente habrá que hablar de Anselma. “Soy cubana, pero guantanamera”, con orgullo me replica.
Defensora permanente de la ética, la doctora en Medicina desde 1983, agradece a Fidel y a la Revolución; a sus compañeros, a su mamá y familiares, por la oportunidad de hacer realidad sus sueños, “la de servir al pueblo”, según sus propias palabras.
Con motivo de las actividades centrales del Primero de Mayo, la Heroína del Trabajo permanecerá en la capital del país en este día, sin embargo no pierde la oportunidad de saludar a sus coterráneos. “Unidad, Compromiso y Victoria”, fueron las palabras de despedida de su llamada telefónica. Y no podría de ser de otra manera, Anselma es sin lugar a dudas una guantanamera de pura cepa.
