Guantánamo.- Por el oriente de Cuba sale primero el sol todos los días, pero este Primero de Mayo les aseguro que amaneció más temprano.
Desde el 30 Yasmín partió hacia Caimanera… Sayú, Quintana y Carlitos, veteranos dirigentes sindicales, asaltaban la madrugada y comienzan el recorrido en el ómnibus que trasladaría a los Héroes y Heroínas del Trabajo de la República de Cuba a la Plaza Mariana Grajales de la ciudad de Guantánamo… Llegué con ellos a ese histórico recinto.
Cientos de coterráneos ya la ocupaban… Unos formaban el cordón de seguridad, otros en extremo ajetreo, daban los toques finales para la transmisión del acontecimiento…
Por fin comenzó la marcha, con la voz de los conductores del acto ¡Arranca la caravana multicolor…! ¡Se oye se siente, el pueblo está presente!
Desde lo alto se ve mejor al pueblo enaltecido llevando consigna en los labios y compromiso en el corazón. Los trabajadores con sus familiares colmaron la Plaza… De todos los sectores quisieron exponer primero sus iniciativas, las cuales para esta fecha, les aseguro, supera siempre cualquier expectativa…
Unos lanzan palomas al aire… Suenan los claxon de los equipos automotores alineados… Como en un coro gigante la voz se multiplica… ¡Vivan Fidel y Raúl! ¡Abajo el bloqueo! ¡Cesen las injusticias contra líderes genuinos de América Latina! ¡Imperialistas: ¡Respeten la soberanía de los pueblos!
No hay forma mejor de demostrarlo. Los guantanameros apoyaron, desde el asalto al amanecer, a la nueva dirección cubana, a su Partido Comunista, al sistema social que se construye en la isla.
Nadie desfiló obligado. La espontaneidad se notaba, sobre todo en los jóvenes… Los niños también alzaban sus voces… Créanme, desde la tribuna se veía un mar de pueblo.
Así cada año se respalda en Cuba el proceso político social que la gran mayoría de los trabajadores decidió escoger…
La marcha firme condena las opresiones a las que son sometidas otras naciones, defiende las causas justas, el pueblo hace escuchar al mundo sus intereses verdaderos, al cabo de 60 años de la última gesta independentista, iniciada hace 150 años.
Ah! Vi jinetes y amazonas… 150 de ellos con sus corceles, también desfilaron… Entonces, desde lo alto, en la tribuna donde se exponía la imagen gigantesca de Fidel, recordé la letra de lo que ya es un himno para los cubanos: “…un caballo para ti…”
