Una actitud ejemplar a seguir

Guantánamo. – Seguro usted se ha quejado o escuchado decir a otros, que los niños y adolescentes de hoy son mucho más atrevidos, irreverentes y rebeldes que los de antes, que cada día nacen más sabichosos e incorregibles.

¿Pero serán los niños los culpables? Les aseguro que no. Ellos que nacen inocentes y que como una esponja captan todo lo que ven a su alrededor o la crianza que le estamos dando.

Bien versa un refrán popular de que los hijos se parecen más a su tiempo que a sus padres. Tal vez sea por eso que los niños de ahora son más precoces, desarrollan curiosidad por algunas aristas de la vida mucho más prematuramente que sus predecesores.

Corren las primeras fechas del curso escolar 2018-2019 y de casualidad escuché a un abuelo aconsejando a su nieta:

“Mi niña, lo primero que tienes que hacer es acostarte temprano, para que mañana te levantes descansada y así disfrutes de todas las novedades que encontrarás en la escuela. Esta es una etapa muy importante que define el resto de tu vida y debes aprovecharla muy bien.”

Hace mucho tiempo que no escuchaba unos consejos tan atinados como estos que le oí decir a un abuelo orgulloso del comienzo de la vida escolar de su pequeña. El anciano continúo con otra serie de recomendaciones:

“Usa correctamente el uniforme así lucirás hermosa y aprenderás a sentir respeto por él. Cuida mucho los libros, fórralos enseguida y ojéalos con mucho cuidado, recuerda que te van a acompañar por todo un curso y luego los van a necesitar otros niños.

Y por último, pero no menos importante en cuanto llegues al aula le das los buenos días a la maestra y a todos tus compañeros, atiende mucho las clases y te portas bien.”

Tal vez si los abuelos así se multiplicaran en nuestra sociedad, la educación en valores, fuera, una responsabilidad y tarea de todos. No solo la escuela debe enseñar, es la familia la primera encargada de inculcar los valores y conocimientos precisos en la educación de los menores, esos que serán el futuro de un mañana incierto y en los que debemos forjar las bases para hacerlos hombres y mujeres de bien.

Los buenos consejos nunca sobran en la formación de la nueva generación. Mientras más pequeños se inculquen los valores y principios, más profundos calaran en el ser social que estamos viendo crecer. Aún no es tarde, le invito a acercarse a su pequeñ@, pregúntele todos los días que aprendió en la escuela, así ayudará a reafirmar sus conocimientos. Ayúdelo en la realización de sus tareas y recuérdele siempre estos buenos consejos de un abuelito a su niet@.

 

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