Un taller del siglo XXI

Carlos Marcillí Cruz, técnico del Taller de producción de lentes oftálmicos de GuantánamoGuantánamo.- Carlos Marcillí Cruz está impresionado con el generador esférico para tallar lentes oftálmicos que él opera. “Está equipado con muela a disco de alta tecnología y lector de barras para adquirir los datos automáticos introducidos en el software de la computadora que utilizan los tecnólogos, lo que le da una precisión de milésimas de milímetro en el tallado”, explica.

El generador esférico Small Impact es el alma nueva del taller de producción de lentes oftálmicos de la Empresa Provincial de Farmacias y Ópticas (EmProFarma) de Guantánamo, ubicado en el reparto Santa María, de la capital provincial.

Fue reabierto hace pocos días tras un año de remodelación y labores de montaje de un moderno equipamiento. Gracias a eso Yanell Rodríguez pudo hacerse de los espejuelos con lentes progresivos que le indicó un oftalmólogo para corregir los defectos de la agudeza visual causados por la presbicia.

“Me habían hecho las mediciones de la vista en el hospital Agostinho Neto hacía varias semanas, pero no pude adquirir los espejuelos de inmediato porque el taller estaba cerrado”, cuenta la trabajadora del telecentro local Solvisión.

Como ella otras decenas de personas habían quedado impedidos de tener sus lentes bifocales o progresivos por la misma causa. Como alternativa una cantidad no determinada adquirió gafas para visión corta y otra para visión larga, una solución que resuelve pero engorrosa.

“En el tiempo en el que tuvimos cerrado el local, solucionamos algunas graduaciones, fundamentalmente de lentes esféricos, con envíos hechos desde el almacén central en La Habana, mientras que el taller de Santiago de Cuba nos proporcionó los lentes de altas graduaciones para miopía, astigmatismo e hipermetropía”, señala Inés Calzado Obret..

La directora general de EmProFarma reconoce que el tiempo de clausura se extendió más de lo pensado debido a retrasos en las modificaciones y la climatización del taller, imprescindible para el buen funcionamiento de la avanzada tecnología que se instaló, la cual permite elaborar lentes de plástico en vez de los anticuados de vidrio.

“Estos lentes son más ligeros y no hay preocupación de que se rompan cuando se caen o los golpean, como sí puede suceder con los de lentes de vidrio”, afirma Un taller del siglo XXIYanell, que montó los suyos en una sobria armadura negra, cuadrada de bordes redondeados y también de plástico.

Los lentes empleados en Guantánamo son fabricados con un material sintético de aspecto similar el vidrio nombrado CR-39, menos resistente a la abrasión que pero con propiedades ópticas semejantes, descubierto durante la Segunda Guerra Mundial por la empresa norteamericana Columbia Southem Chemical Company.

“Por su bajo peso, alta resistencia a la rotura y dureza superficial los lentes plásticos resultan más baratos que los de vidrio y son más fáciles de almacenar, transportar y procesar para su uso”, asegura Noeny Montoya Cervantes, uno de los dos tecnólogos del establecimiento.

Así el taller de producción de lentes oftálmicos de Guantánamo entró de lleno al empleo de una tecnología avanzada y más eficiente.

El equipamiento

El generador esférico anterior era totalmente analógico, con accionamiento manual, y Carlos Marcillí Cruz afirma que trabajar en él era agotador, por el esfuerzo físico y también mental, para asegurar la exactitud necesaria y reducir al mínimo posible los lentes defectuosos.

“Antes los moldes deformados eran un problema, ahora el nuevo equipo los rectifica y es posible mantenerlos por más tiempo en el afinado y pulido”, agrega.

El montaje del avanzado equipamiento corrió a cargo de especialistas en electro-medicina de la provincia y la puesta en marcha la hicieron expertos de la entidad suministradora, la Sociedad COMES de Italia, uno de los mayores proveedores mundiales de maquinarias para la elaboración de lentes oftálmicas.

El punto de partida del proceso es un software instalado en una computadora que permite a los tecnólogos introducir los datos de cada prescripción médica, los cuales son impresos en una nota identificada mediante código de barras para su reconocimiento de forma única en las diferentes etapas de la elaboración.

Además del generador esférico operado por Marcillí, otro equipo importante es la bloqueadora óptica que produce la unión con plomo del lente sin labrar con un taco de metal para poderlo trabajar en las distintas máquinas.

La acción de generado tiene como objetivo conseguir el radio de curvatura solicitado y uniformizar la superficie del lente. Luego dos máquinas afinadoras RX-2P se encargan de que el radio de la curvatura de la superficie sea exactamente la deseada y además reduce la rugosidad, para lo cual friccionan los lentes con los moldes adecuados, cubiertos con una fina malla de asentamiento.

Por último, cuatro RX-2P utilizan otros tipos de moldes y abrasivos para pulir y dar el acabado definitivo a los lentes. Al final se separan los lentes de los tacos que las fijaban y un tecnólogo comprueba que se corresponde el tallado a los datos de la prescripción médica.

“La elevada automatización acelera el tiempo del proceso y se reducen las probabilidades de error o falta de calidad”, resalta Mario Méndez Rodríguez, director de la Unidad Empresarial de Base (UEB) de Ópticas y Auditiva.

Taller de producción de lentes oftálmicos de GuantánamoEl funcionario explica que para manipular el moderno equipamiento, los dos tecnólogos y siete operarios del taller recibieron la debida capacitación en un centro similar en la ciudad de Holguín.

Eso los habilitó para tallar lentes plásticos monofocales, que tienen la misma graduación en toda la superficie y son empleados para corregir defectos como la miopía, astigmatismo, hipermetropía y presbicia; bifocales, con dos graduaciones para corregir errores en la visión de lejos y de cerca, y progresivos, con una graduación progresiva de cerca a lejos.

“En los monofocales de alta graduación no hemos recibido los moldes más adecuados, pero estamos solucionando los casos trabajando con moldes muy similares y mucha destreza”, apunta Noeny, el tecnólogo.

De esa forma están elaborando unos 70 pedidos diarios de los diversos tipos de lentes oftálmicos, lo que permite mejorar paulatinamente el servicio en las ocho ópticas y cinco receptoras existentes en la provincia.

“Antes tardaba entre 30 y 60 días que un paciente recibirá sus espejuelos, partir del momento de hacer el pedido en la óptica, mientras que ahora hemos fijado que ese plazo no sea mayor a una semana”, apunta Méndez, el director de la UEB.

En el caso de los lentes de contacto, la provincia seguirá dependiendo de los talleres especializados de La Habana y Santiago de Cuba, aclaró Inés Calzado Obret, la directora general de EmProFarma.

El rejuvenecimiento de la producción de lentes oftálmicas constituye un paso de avance apreciable en Guantánamo en un servicio tan especializado como del de las ópticas y confirma el interés del Ministerio cubano de Salud por introducir las más avanzadas tecnologías en ese campo. Ahora el taller es del siglo XXI.

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *