Guantánamo.- En el Museo de Historia de Guantánamo, una sala invita a conocer uno de los hechos más trascendentales para la nación cubana; el vuelo espacial conjunto Cuba-URSS que tuvo lugar entre el 18 y el 26 de septiembre de 1980 y fue protagonizado por un guantanamero, Arnaldo Tamayo Méndez, junto al cosmonauta soviético Yuri Romanenko.
Un grupo de especialistas narran al visitante la prominente hazaña, que ha quedado registrada para el conocimiento de las generaciones futuras a través de fotografías, documentos y objetos que utilizó la tripulación en cada una de las fases que antecedieron y precedieron a la travesía espacial.
Yanela Rivero Lamoglia, museóloga de la instalación, explica los principales atractivos de la sala:
“Los objetos que se muestran en esta sala expositiva fueron donados por el General de Brigada Arnaldo Tamayo Méndez, quien es oriundo de la provincia de Guantánamo, para orgullo de los hijos de esta tierra. Entre las piezas que se exhiben se encuentran libretas utilizadas por él durante el entrenamiento y el viaje, los trajes que utilizó en las etapas de la preparación física, alimentos deshidratados que eran los que consumían los cosmonautas durante sus días de vuelo, entre otros elementos.”
Un artefacto llama la atención a los visitantes, tanto nacionales como extranjeros.
La especialista refiere:
“Es el módulo de descenso, la única parte de la nave Soyuz 38, que regresó a la tierra luego del viaje espacial y constituye en el principal atractivo del conjunto de piezas que se exhiben en la misma. Los visitantes muestran su asombro al conocer que el Museo de Historia de Guantánamo atesora una parte original de la Soyuz 38.”
Este 18 de septiembre, exactamente a las tres y once minutos, se cumplieron 35 años de la partida desde el cosmódromo de Baikonur, de la nave Soyuz 38 con el objetivo de realizar una veintena de experimentos científicos, concebidos por especialistas cubanos, ubicados en las categorías de médicos-biológicos, psicométricos, físico-técnicos y de exploración de la Tierra conocido como Trópico III y Biosfera.
La mayoría de las pruebas realizadas durante las nueve jornadas del viaje espacial, dejaron resultados significativos e incluso pudieron aplicarse en un corto plazo, como fue el caso del experimento Trópico III, cuyos resultados fueron útiles en el estudio de los recursos naturales de Cuba.
En su totalidad, los resultados de las investigaciones contribuyeron a mejorar las condiciones de vida y trabajo del hombre en el espacio y proporcionaron conocimientos básicos de valor a la hora de diseñar nuevas investigaciones.
El recorrido por el Museo de Historia de Guantánamo permite apreciar además la grandeza de cada uno de los hombres que subieron al cosmos para ayudar a encontrar respuesta a muchas de las interrogantes que, para aquella fecha, existían sobre la vida en el espacio y en pos de la investigación científica, la colaboración y la paz.