Guantánamo. – Atravesar las empinadas lomas que separan a Maisí de Baracoa o tomar viajar desde la ciudad durante una media hora aproximadamente para encontrarse con el espectáculo del mar que besa las costas de la Villa Primada, acercarse al Paso de los Alemanes, singular accidente natural devenido en túnel, es solo un avance de lo que espera.
Un cartel anuncia la llegada, a lo lejos se ve el puente y al avanzar se abre paso la vista en un paisaje de inigualable belleza que cautiva a visitantes nacionales y foráneos: El cañón del Yumurí.
El río toma su nombre de una singular leyenda, pues cuenta la historia que los aborígenes, para huir del yugo español, se lanzaban a su cauce gritando: “Yo morí”, como si el grito fuera la prueba de su sufrimiento y vejación. Este cuento fascina a los visitantes, que disfrutan de un paseo en barco hasta la isla de la Almendra, en el centro del torrente de aguas claras, navegables solo unos 300 metros río adentro.
En las costas de Baracoa un encanto natural seduce a quienes visitan y habitan a la vera del río Yumurí… Su amplio caudal, su impresionante cañón, y el peculiar “cayo” que forma muy próximo a su desembocadura, son los mayores atractivos de esta zona representativa de la biodiversidad y el endemismo de la isla… Así nos cuenta la siguiente crónica.
Licenciada en Periodismo. Graduada en la Universidad de Oriente en el 2010. Periodista, editora del sitio web y miembro del equipo multimedia de Solvisión.