Todo el mundo me dice que hacer (+ Infografías y Video)

Hace algunos días me encontré la siguiente reflexión en internet, estoy segura que le parecerá interesante y sobre la cual les invito a razonar en estas líneas.

En el caso de las madres y las mujeres cubanas la situación es incluso más complicada si sumamos a esta ecuación anterior el tema de las muchas generaciones compartiendo un mismo hogar y las reflexiones y apuntes que necesariamente hacen nuestras madres y abuelas:

“No se cocinan así los frijoles… No puedes regañar a tu hijo de esa manera… Debes lavar y tender así, cómo lo haces está mal.”

¿No tienes la sensación de que demasiada gente afirma tener la verdad en la mano? Cada quien tiene sus propias fórmulas, lo incorrecto es asumir que son adecuadas para los problemas ajenos.

En el caso de las mujeres, ser exitosa en la profesión, llevar la casa, los niños, y no volverse loca en el proceso, en este mundo convulso en el que vivimos es una tarea titánica. Generalmente son las féminas las que llevan la carga de la organización de la casa, la cocina, el lavado, la limpieza, la crianza de los hijos y muchas cosas más.

A veces exigir a los demás miembros la realización de sus obligaciones o una pequeña ayuda puede ser mal visto. El caso es que la mujer tiene que convertirse en una especie de maga para cumplir con todo y con todos e incluso superar las expectativas de quienes las rodean.

Las primeras en levantarse, las últimas en acostarte y sin derecho a equivocación. Pareciera que nacimos con esas premisas tatuadas en la mente y el corazón. Es algo innato que brota del alma. El amor por la familia supera el cansancio y el dolor.

Y es que así somos las mujeres, sabemos de todo o volvemos a estudiar para ayudar a los niños con las tareas, siempre con una sonrisa.

Pero en este caos que es la vida de cada madre, amiga, abuela o tía, es necesario sacar tiempo para atendernos, sentirnos bellas, deseadas y elegantes es fundamental, tener la autoestima alta, cultivar buenas relaciones sociales y aprender a optimizar el tiempo para que cada día la interminable lista de pendientes no nos consuma.

Además, han de tener en cuenta que siempre habrá alguien en nuestras vidas con un consejo o una opinión, que oportuna o no, llegue como directriz ante una situación determinada. Sin embargo, la elección de lo que hacemos, por los demás o por nosotros mismos, será siempre nuestra.

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