Sector no estatal de Cuba ya sufre medidas de Donald Trump

Las medidas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya impactan de manera negativa en el sector no estatal de Cuba, donde las ventas de artesanía cayeron hasta un 80 por ciento.
Con las prohibiciones del gobierno de Trump de no dejar entrar a la isla aviones privados y corporativos, cruceros, veleros y barcos de pesca decreció el turismo, declaró a Prensa Latina el secretario general de la sesión sindical de la concentración No Estatal del área 23 y M, Héctor Danilo Rodríguez.

Aquí en la Feria de Artesanía -ubicada en La Rampa, en esta capital- las ventas de productos artesanales bajaron entre un 60 y 80 por ciento, precisó Rodríguez.

Eso afecta el pago de los impuestos y a nuestras familias, que en casa esperan los resultados del trabajo, puntualizó.

La ley Helms-Burton nos afecta directamente porque no tenemos acceso a las materias primas que necesitamos, ni a las técnicas de producción y además imposibilita el flujo turístico a la mayor de las Antillas, dijo el líder sindical.

Esa norma norteamericana es injusta, pero no nos intimida, porque seguiremos buscando soluciones y alternativas para continuar defendiéndonos y desarrollándonos, aseguró.

La Revolución puede contar con el sector no estatal, sentenció Rodríguez, quien se mostró indignado al igual que el resto de los vendedores y artesanos de la populosa feria.

La Ley Helms-Burton, en vigor desde 1996, codificó el bloqueo contra Cuba y fortaleció su alcance extraterritorial y pretende internacionalizar dicha política por medio de medidas coercitivas contra terceros países, a fin de interrumpir sus relaciones de inversión y comerciales con Cuba y someter a esos Estados soberanos a la voluntad de la Casa Blanca.

Asimismo, busca anular el derecho soberano de un país a la nacionalización y expropiación de bienes de extranjeros y nacionales.

En cuanto al Título III de dicha ley plantea que los reclamantes de propiedades que fueron nacionalizadas o expropiadas en Cuba, incluyendo los que en ese momento no eran estadounidenses, deben ser protegidos y establece un grupo de normas para demandar ante tribunales de Estados Unidos.

Su objetivo es asfixiar económicamente a la Revolución y eliminar el socialismo, y de aplicarse cualquier cubano y cada comunidad del país verían cómo se presentan ante tribunales norteamericanos demandas por la propiedad de la vivienda que ocupan, el centro de trabajo donde laboran, la escuela a la que asisten sus hijos, el policlínico donde reciben atención médica y los terrenos sobre los que se edifican sus barrios.

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