Retos de la familia y la escuela

Retos de la familia y la escuela (foto tomada de Juventd Rebelde)Guantánamo.- Inicia el nuevo curso escolar y comienza con él una nueva etapa en la vida de educadores, educandos, en toda la familia y la sociedad. Por estos días el ajetreo en casa fue intenso en busca de uniformes, zapatos, mochilas, entre otros bienes necesarios para nuestros hijos.

Hoy ya están en las aulas, en su escuela, con sus maestros y profesores, dispuestos al aprendizaje. No obstante, el período lectivo necesita, más allá de las clases, reflexiones y debates.

Vivimos tiempos de transformación y se requieren nuevas formas de persuadir para dar respuestas a las demandas que se nos plantean en la sociedad. Para nadie es un secreto que la pérdida de valores como la honestidad, el compañerismo, entre otros, es palpable en nuestros centros educacionales.

Sin embargo, la familia y la escuela pueden y deben influir más para rescatar las buenas costumbres que nos caracterizan. En ese empeño el padre y el maestro deben unir voluntades para guiar por el buen camino a los niños, adolescentes y jóvenes.

Es cierto que la situación económica influye, y mucho, en muchas formas del comportamiento social actual. De ahí que nuestra comunicación con los hijos, cada vez que lleguen de la escuela, puede conducir a un diálogo satisfactorio en busca de los objetivos de encaminarlos por el sendero correcto.

Claro, los padres somos responsables número uno y debemos asumirlo así. Los maestros y profesores, por su parte, también tienen su cuota, pero a ellos les exigimos que puedan dar una buena clase, tratar a los alumnos con respeto y exigencia, para entre ambos, familia y escuela alcanzar esa meta recurrente.

Hay una frase que recalca: nadie elige la época que le toca vivir, pero sí elige el modo de vivirla. Los parámetros sociales, culturales y económicos desde donde se educaron las generaciones anteriores se han modificado. 

La escuela debe transformarse en su estructura, organización, en sus formas de plantear el proceso enseñanza-aprendizaje, y debe adaptarse a los tiempos que corren. Pero, ¿decimos lo mismo de la familia? ¿Creemos que debe transformarse o consideramos que debe resistir los embates de la época sin modificarse? 

Comienza  el curso escolar y con ello nuevas metas y propósitos pues está en juego el futuro de nuestros, niños, adolescentes y jóvenes.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *