Correo: isaac@solvisión.icrt.cu
Guantánamo. – Desde el 3 de agosto los guantanameros ya cuentan con unos 27 mil ejemplares del Proyecto de Constitución de la República de Cuba en la red de Puntos y Estanquillos de la Empresa de Correos.
Según Juan Ruperto Pérez Pérez, Director de la mencionada entidad, la provincia distribuye el documento en cerca de medio centenar de Puntos, 13 en la cabecera provincial, ordenados en 4 zonas postales.
Ya comenzaron los debates informales entre los guantanameros y el tema convoca al aparentemente menos preocupado al respecto.
Los cubanos vivimos otro momento cumbre de la historia: la actual Constitución de la República, aprobada en 1976 con el apoyo de cerca del 98 por ciento de los ciudadanos, avanza hacia una reforma total, en un proceso que ya es amplio y trascendental.
Expuesto públicamente, es expresión del interés estatal de otorgar al pueblo más protagonismo en los asuntos que rigen su vida.
Otra vez está a prueba la capacidad de estas generaciones de ser garantes del destino patrio.
Desde antes un grupo de expertos en temas constitucionales, de todos los sectores y muchos de ellos diputados, trabajaron en la elaboración de las bases y fundamentos para la reforma.
Una vez presentado y aprobado el Proyecto en la Asamblea Nacional del Poder Popular, órgano supremo del poder del Estado que representa y expresa la voluntad soberana de todo el pueblo, será sometido a consulta con las masas, desde el 13 de agosto hasta el 15 de noviembre.
Se trata de cambiar la Ley suprema para tener un Estado y Gobierno más funcional y moderno, aprobar una Carta Magna atemperada a los cambios, vistos en la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista, las Bases del Plan de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030 y los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.
Tenemos que prepararnos consciente y profundamente. Asistimos a una reforma total de la Constitución que implica cambios profundos a la Carta Magna y que converge en un nuevo instrumento, pues se eliminan, aumentan o modifican casi la totalidad de los artículos.
Lo que no cambian son los principios de justicia social y humanistas del sistema político: la irrevocabilidad del sistema socialista, la unidad del pueblo y el papel dirigente del Partido como vanguardia organizada y fuerza dirigente superior de la sociedad y el Estado.
La nueva Constitución significará la modernización y evolución de los preceptos humanistas que defendemos y refrendamos históricamente.
Los debates en los barrios y centros de trabajo serán reflejo de verdadera participación y democracia popular, poco común en el mundo. Participar entonces, no debe ser solo “asistir” a esos encuentros, sino expresar criterios, sugerir cambios a la ley que traza las líneas legislativas para el resto de las normas que involucran a todos los sectores de la sociedad.
Es nuestra responsabilidad contribuir a establecer los fundamentos de la nación, la estructura de los poderes y sus alcances, garantía de derechos y deberes de los ciudadanos.
Ganaremos esta nueva batalla siendo verdaderos protagonistas de nuestro tiempo. Por mi parte mi opinión vale y voy a ejercerla.
Licenciada en Periodismo. Graduada en la Universidad de Oriente en el 2010. Periodista, editora del sitio web y miembro del equipo multimedia de Solvisión.