La Policía militar holandesa desalojó este sábado a cientos de activistas de la organización Greenpeace y del movimiento Extinction Rebellion, que habían ocupado la zona comercial del aeropuerto de Schiphol Amsterdam para exigir medidas contra el cambio climático.
Parte de los participantes habían ocupado la estación de tren de Schiphol y otros se concentraron en los accesos al aeropuerto, donde se negaron a abandonar el recinto, pero las autoridades decidieron finalmente desalojar, agarrando uno a uno a los manifestantes y sacándolos a la calle, o arrestando a los que oponían resistencia.
La convocatoria planea 24 horas de acción en el aeropuerto, para obligar a un plan climático porque el aeródromo, que permanece fuera del debate sobre el cambio climático en Holanda, es ‘el principal contaminante, y tiene un amplio espacio para crecer y contaminar aún más’, explica Greenpeace en su página web.
Entre sus exigencias, está reducir o eliminar los vuelos a corta distancia, especialmente si el tren es una buena alternativa, como las conexiones entre Amsterdam y Bruselas, ya disponibles en trenes con trayectos de un máximo de tres horas, o de poco más de una hora, si se trata del tren de alta velocidad.
Además, pide que se exija ‘un precio realista’ a las compañías por los billetes de avión porque, en la actualidad, no se aplica el IVA al queroseno, el combustible que usan las aeronaves, y eso podrá ayudar a reducir el número de vuelos.