Nelson Mandela y su legado para la humanidad (+ Video)

Guantánamo.- El 5 de diciembre de 2013 fallecía en su casa en Johannesburgo, República de Sudáfrica, el expresidente sudafricano y Premio Nobel de la Paz, Nelson Rlihlahla Mandela, símbolo global de libertad y esperanza.

El suceso, desencadenado por graves problemas pulmonares, causó gran conmoción a millones de personas en el mundo, seguidores de su ejemplo de lucha social. Durante su gravedad, el propio Mandela escribió: “La muerte es algo inevitable. Cuando un hombre ha hecho lo que él considera como su deber para con su pueblo y su país, puede descansar en paz. Creo que he hecho ese esfuerzo y que, por lo tanto, dormiré por toda la eternidad”.

Desde muy joven enfrentó en su país segregación racial, siendo víctima incluso de abusos e injusticias. Fue esa la mayor motivación que lo impulsó a instruirse en la abogacía, en la Universidad Fort Hara, y vincularse poco a poco a la vida política.

Fundó la Liga Juvenil del Congreso Nacional africano, al que se afilió previamente, y más tarde fue su secretario general, y también comandó una campaña masiva que llamaba a la desobediencia civil contra las leyes injustas.

Tras la masacre de manifestantes negros pacíficos en Sharpeville en 1960, sus actividades políticas se radicalizaron.

A continuación referimos el legado de Madiva, como se le conocía, para las nuevas generaciones.

1 – Lucha contra el Apartheid

El apartheid era un conjunto de normas discriminatorias contra negros e indios sudafricanos y que solo benefició y privilegió a la minoría de población blanca por más de 50 años.

En 1994, el Congreso Nacional Africano ganó con gran mayoría los primeros comicios multirraciales y libres sudafricanos y Mandela se convirtió en el primer presidente electo democráticamente.

Al primer año como jefe de Estado, Nelson Mandela participó en el debate de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), donde pronunció un discurso  simbólico para la historia.

2 – Lucha por los derechos humanos

Madiba recibió el Premio Nobel de la Paz en 1993, precisamente por su lucha en favor de los derechos humanos y lograr la transición pacífica de un sistema racial de segregación.

“Seguiré abrigando la esperanza de que en mi propio país y en mi propia región, en mi continente y en el mundo, surja un grupo de líderes que no permita que a nadie se le niegue la libertad, como a nosotros; que a nadie se le convierta en refugiado, como a nosotros; que a nadie se le condene a pasar hambre, como a nosotros; que a nadie se le prive de su dignidad humana, como a nosotros”, afirmó en un discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1998.

3 –  Lucha por la libertad

Mandela comenzó a involucrarse en la lucha armada, pues fue uno de los fundadores de La Lanza de la Nación, un grupo armado que llevó a cabo atentados contra militares y políticos favorables al apartheid.

Un juez lo culpó de alta traición y lo condenó a cadena perpetua. Tras 27 años de cárcel, entre 1962-1990, las negociaciones entre el CNA y el Gobierno y la presión internacional contra el apartheid lograron su liberación.

4 – Lucha pacífica

Tras legalizarse el racismo en Sudáfrica, Mandela siguió su accionar político, pues militó en el Congreso Nacional Africano (CNA) a principios de los años 40 del siglo pasado y alcanzó renombre en la organización.

Pese a tener objetivos claros, y no desestimar la lucha armada, ayudó a organizar la resistencia pacífica, inspirado en Mahatma Gandhi.

En la cárcel, organizó un movimiento de desobediencia civil que forzó a las autoridades a mejorar las condiciones de los reclusos en la isla Robben.

El 11 de febrero de 1990, Mandela por fin caminó fuera de la cárcel como un hombre libre. Y su mensaje, tras esas largas décadas de encarcelamiento, fue de reconciliación no de venganza.

5- Lucha por la reconciliación

Mandela estaba convencido de que era posible lograr una mejor vida en Sudáfrica, algo que compartieron la inmensa mayoría de los sudafricanos. Creía en una nación multirracial con diversidad de culturas, religiones, etnias, idiomas y razas.

Para Madiba, la reconciliación y la reconstrucción de la nación necesitaban eliminar de raíz el conflicto y la injusticia del pasado. “Desde que logramos la libertad, solo puede haber una división entre nosotros: ¡entre los que llevan la democracia en su corazón y los que no!”, afirmó en Nueva Delhi, India, en 1995.

Nelson Mandela falleció a los 95 años de edad en Johannesburgo. A su funeral asistieron más de 100 líderes y jefes de Estado de todo el mundo. Trascendió a la historia como el “prisionero político más famoso del mundo”, y la “Gran esperanza negra de Sudáfrica” por su batalla por la libertad y contra la opresión racial.

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