Millones que no llegaron al asesino (+ Videos)

Guantánamo. – De magnicidio fue calificado el atentado al presidente de la República Bolivariana de Venezuela Nicolás Maduro Moros, el pasado sábado 4 de agosto, mientras ofrecía sus declaraciones durante el Desfile de Celebración del 81 aniversario de creación de la Guardia Nacional Bolivariana en el centro de Caracas.

El estallido de dos drones delante y detrás de la tarima presidencial cargados con 1kg cada uno de C4, material altamente explosivo, conmocionó a los presentes, que atentos al discurso no se esperaban la embestida. Rápidamente se activaron los protocolos de seguridad para resguardar al mandatario, que no sufrió ningún daño más que el asombro de ver el atrevimiento de dicho atentado ante toda la guardia nacional y los principales jefes del país. No corriendo la misma suerte, siete oficiales que fueron heridos en el acto.

El objetivo de tal ataque, dejar a todo un país sin sus más altos jefes, asustado, sensible y aprovechar la brecha para imponer un nuevo gobierno que asuma los pedidos de los dueños del mundo.

Por declaraciones de los propios detenidos que rapidamente fueron capturados, se conoce la implicación de la ultraderecha venezolana, el diputado Requesens, la ultraderecha colombiana, el ex presidente colombiano Juan Manuel Santos, que anacrónicamente fue declarado hace pocos días “Premio Nobel de la Paz”.

Rayder Russo Márquez, encargado de la logística que se encuentra en paradero desconocido y Osman Delgado Tabosky, acusado de ser el principal organizador y financiar el ataque, residenciado en Florida.

Sin embargo medios de prensa internacionales se enfrascan en demostrar otra cara de la baraja, manifestando una supuesta complicidad del gobierno para auto-atentar contra la vida del presidente. ¿Por qué cree usted que lo hacen? Pues muy sencillo se trata de una estrategia para ganar adeptos y esconder la realidad.

Lo cierto es que la investigación arrojó hasta la cifra por la que se afilaban los dientes los autores del hecho: 50 millones de dólares y domicilio en Estados Unidos, sueño que no se les cumplió a los asesinos que pretendían ejecutar el hecho.

Este atentado, junto con otras múltiples estrategias políticas, económicas y de desestabilización en la región de América Latina, buscan subvertir el orden establecido, derrocar los gobiernos progresistas e impedir el avance de las fuerzas de izquierda latinoamericana.

El fallido intento de asesinato es una muestra de cuanto significa para Estados Unidos y para la estabilidad regional, la nación bolivariana. Mientras tanto, el presidente Nicolás Maduro se fortalece, aprende y de seguro estará más preparado para enfrentar este y muchos otros actos desagradables que se le avecinan.

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *