En la mañana de este jueves fueron dadas de alta las 43 personas que ejecutaron la operación humanitaria realizada el pasado 18 de marzo, al repatriar a quienes en el crucero británico MS Braemar clamaban por sus vidas.
Es otro logro de la Medicina cubana y de nuestro sistema de salud, una muestra más de la solidaridad que, pese a los riesgos, ha caracterizado siempre a este país. Fue la respuesta a la llamada de las 682 vidas a bordo de esa nave, varios de ellos enfermos con la covid-19, y cuyas peticiones de auxilio encontraron oídos sordos e insensibles en varios puertos de la región, incluyendo Estados Unidos.
La Cuba socialista, la de Fidel, respondió como mejor lo sabe hacer: con respeto y amor. Pero esa expresión de atender al que lo necesita no es nueva; está presente salvando vidas en más de 60 naciones, y ahora en 14 brigadas que combaten en igual cantidad de países al virulento patógeno.
Cuando se anunció que la Isla facilitaría la repatriación de los turistas del ms Braemar, no faltaron quienes cuestionaron la decisión, intentando manchar la imagen de la nación al sembrar la matriz de que Cuba no cuidaba a los suyos, burdas mentiras sobre un país que protege ejemplarmente a toda su población, no solo ante la covid-19, sino que dedica a la salud de su pueblo la mayor parte de su presupuesto.
Hoy, transportistas, aduaneros, y todos los que se expusieron, en aras de ayudar a aquellos seres humanos, están libres de covid-19, después de pasar por todos los protocolos que el Plan de Prevención y Control de Cuba ha dispuesto para enfrentar la pandemia.
Licenciada en Español – Literatura. Periodista. Profesora Asistente. Habilitada en guión y realización de programas de TV. Editora del sitio digital de la televisión de la provincia de Guantánamo. Bloguera y activista de las Redes Sociales