En 1997, los miembros de la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción, votaron por las Siete maravillas de la Ingeniería Civil cubana. Tuvieron en cuenta, fundamentalmente, la trascendencia de las construcciones, así como también la complejidad en la ejecución de estas y las soluciones técnicas aplicadas. Así, entre las más de 30 obras que, por su valía, resultaron candidatas, los expertos eligieron estas: