La recuperación: Respuesta al azote de Matthew

La recuperación: Respuesta al azote de MatthewGuantánamo.- Debido a la fuerza destructora del meteoro los municipios de Maisí, Baracoa, Imías, San Antonio del Sur y Yateras -en menor grado- sufrieron afectaciones en más del 90 por ciento del fondo habitacional, ya que al menos 38 mil edificaciones fueron destruidas o deterioradas. Los daños en la agricultura superaron los 400 millones de pesos, sobre todo en renglones exportables como café, cacao, coco y recursos forestales.

Puentes y viales destruidos incomunicaron por varias horas esas localidades; y el sector eléctrico, las comunicaciones y los acueductos colapsaron.

La región, conocida por su peculiar belleza natural y su endemismo, sufrió efectos negativos -algunos irreparables- en sus ecosistemas terrestres y marinos, mientras que el patrimonio arquitectónico de Baracoa, la primera villa fundada en Cuba, mermó su encanto tras el paso arrollador de Matthew.

Un panorama desolador dejó el décimo cuarto huracán de la temporada ciclónica del 2016, en el Atlántico, según expertos el de mayor intensidad en 145 años en la provincia de Guantánamo, territorio cuyas características físico-geográficas le permiten sortear esos fenómenos meteorológicos.

La poderosa tormenta tropical que, de acuerdo con reportes oficiales, cobró al menos 546 muertos en Haití, cuatro en República Dominicana y 45 en las Carolinas, Georgia y Florida, en Estados Unidos, salió de Cuba sin dejar un sólo fallecido.

Horas después de que el meteoro impactara, el 4 de octubre pasado, la respuesta de los cubanos no se hizo esperar, pues a golpe de motosierras, motoniveladoras y con sus propias manos, cientos de hombres abrieron brechas entre los escombros y árboles caídos, para facilitar la llegada de los primeros recursos y de un equipo de ministros, junto a dirigentes del territorio.

Salud y Educación, dos de los sectores más sensibles para la población, sufrieron considerables daños en sus instalaciones, hecho que no afectó el proceso docente-educativo, ni los servicios médicos.

Desde que comenzó la etapa de recuperación, representantes del Ministerio de Salud Pública, liderado por el viceministro primero de esa cartera, José Ángel Portal, se establecieron a tiempo completo en Baracoa, para restaurar los daños y mantener un estricto control epidemiológico.

Aún en los momentos más difíciles y en las más adversas condiciones no se dejó de atender ninguna persona y se dio seguimiento a todos los programas de salud establecidos por el ministerio, explicó Portal.

Sólo en Baracoa, 119 instituciones educacionales fueron afectadas, e inmediatamente se trazaron estrategias para restañar los daños a la base educacional y garantizar la continuidad del curso escolar, por lo que cerca de 80 de esos centros renuevan su imagen.

Con el trabajo mancomunado del pueblo junto a empresas y organismos del Estado, se recuperó, hasta diciembre de 2016, más del 68 por ciento de las viviendas y del 70 por ciento de las instalaciones estatales, informó el Consejo de Defensa Provincial.

En Maisí y Baracoa -los más afectados- se trabaja en el movimiento de tierra de aquellos lugares donde se comenzarán a construir edificios multifamiliares y más de 500 petrocasas, estás últimas donadas por la República Bolivariana de Venezuela, puntualizó la fuente.

Baracoa, primera villa fundada por los españoles en Cuba, trabaja en el rescate de su arquitectura colonial, en la que predominan los techos de tejas rojas; y la tercera parte de los núcleos familiares afectados ya han reparado las cubiertas, gracias a la cooperación del país suramericano y del trabajo de la Red de Ciudades Patrimoniales de Cuba.

La significativa recuperación del fondo habitacional en este territorio, indicaron directivos del gobierno, también ha sido posible gracias a la disponibilidad del 62 y el 48 por ciento de las tejas de asbesto-cemento y de zinc, respectivamente, llegadas desde otras provincias.

Hoy funcionan varias alternativas para la rehabilitación de viviendas, entre ellas la puesta en marcha de algunos talleres para procesar madera y siete mini-industrias para la producción de materiales, en tanto que se labora en la construcción de nuevas instalaciones para la fabricación de pisos y cubiertas.

Renglones agrícolas como café, cacao, coco y forestales, cultivos permanentes cuya recuperación total llevará años, reciben atención intensiva, lo que ha posibilitado su rehabilitación en el 20 por ciento, mientras que se labora en la siembra de los cultivos de ciclo corto para asegurar la alimentación de la población, explicaron funcionarios del Ministerio de la Agricultura.

El 98 por ciento de las redes eléctricas fueron sustituidas y restauradas dos semanas después del impacto del meteoro, mediante una inversión que superó el millón de dólares y más de 500 mil pesos en moneda nacional.

Se mejoró y completó toda la infraestructura de los dos municipios más dañados y actualmente la mayoría de los clientes disfruta del servicio, aunque se trabaja aún en la instalación de los metros contadores, según la Unión Eléctrica.

Cinco días después del paso de Matthew se restablecieron las comunicaciones móviles y, el 9 de noviembre, directivos de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba anunciaron a la prensa la recuperación total del servicio telefónico en la provincia.

La labor de los trabajadores de recursos hidráulicos posibilitó restablecer los 63 acueductos dañados, aunque se ejecutan mejoras en Maisí, para disminuir las pérdidas en las conductoras, garantizar la calidad del agua, mitigar los efectos de las reiteradas sequías, flexibilizar las operaciones e incrementar su seguridad.

Los viales afectados están recuperados en más del 99 por ciento, y se trabaja en la solución alternativa de algunos puntos, como es el caso del puente sobre el río Toa, obra de ingeniaría que fue arrasada por la crecida.

A ritmo acelerado y con la participación de brigadas constructoras de diversas provincias, está en marcha una importante via para eliminar la circulación de móviles por la peligrosa loma La Boruga, que comunicaba a los municipios de Baracoa y Maisí.

Manejos para la regeneración natural figuran entre las primeras acciones recuperativas que se acometen en el Parque Nacional Alejandro de Humboldt (PNAH), Patrimonio Natural de la Humanidad, golpeado por la fuerza de Matthew.

Expertos, técnicos y guardaparques, laboran para resarcir los reversibles deterioros evaluados en este valioso paraje del nororiente cubano, uno de los sitios insulares y tropicales del orbe con mayor biodiversidad.

Los ecologistas concentran esfuerzos en el sector Baracoa, uno de los más afectados por el huracán, el cual abarca más de 20 mil hectáreas del Humboldt -dos mil 250 de ellas marinas- y buena parte de la cuenca del Toa, una de las 10 cuya protección está priorizada en el país.

Las instalaciones turísticas de la primera villa ya prestan servicio, más de una veintena de senderos del PNAH funciona y, a pocos días de culminar el año, la Empresa Nacional de Flora y Fauna anunció la rehabilitación de sus excursiones terrestres y acuáticas.

En la Punta de Maisí, la más oriental del archipiélago cubano, fuerzas de las Empresas Constructoras del Turismo (Emprestur), edificaron en apenas 20 días una villa turística en un área devastada, la que afroce confortables servicios y donde se puede disfrutar de la playa, la zona de buceo y la belleza exótica de esa región semidesértica.

Brigadas de varios territorios del país remodelan el hotel Faro de Maisí, en La Asunción, y se proyecta la edificación de una tienda para la venta en la cabecera municipal.

Se destaca la cooperación internacional de países como Japón y Venezuela, de organizaciones internacionales como el Programa Mundial de Alimentos y la FAO, entre otras, y de instituciones religiosas.

Termina el 2016 y en la memoria de los guantanameros se inscribirán las historias de solidaridad, entrega y fortaleza de cientos de hombres y mujeres que desafiaron a la tormenta más terrible de la última década en el Caribe.

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