Joyas de la cultura en Imías: Los Descamisados de la Plástica

Joyas de la cultura en Imías: Los Descamisados de la Plástica

Joyas de la cultura en Imías: Los Descamisados de la Plástica
Los Descamisados hacen de cualquier rincón de Imías una galería de arte.

Por: Dairon Martínez Tejeda

En las montañas del este de Guantánamo un grupo de guerrilleros defiende la cultura a base de colores, artesanía y pincel. Con cada brochazo liberan un sinfín de enzimas como alimento al alma, a los sentimientos. 

Ellos alivian el cansancio tras las labores campestres, despiertan la risa, atraen al pequeño, al adulto, a la señora que animada brinda café y luego posa, cual musa del Olimpo, para recibir su retrato, el primero y el único, porque en esos vericuetos es casi imposible encontrar algún fotógrafo.

Si de arte se conoce más en el lomerío imiense es por el trabajo sostenido e intencionado de esa tropa aguerrida, si la ciudad cabecera luce orgullosa los más llamativos y auténticos murales, es fruto de la mano, obra e ingenio de ese grupo de hermanos, de amigos, de soldados de la cultura: Los Descamisados de la Plástica.

No hay un solo pueblerino que desconozca o, al menos, haya oído mencionar al colectivo de autores, amantes de la pintura, la artesanía, el dibujo, la caricatura, pero sobre todo de la tierra que los vio nacer, la matria, principal inspiración en estos 37 años de labor ininterrumpida a favor del pueblo.

El instructor Jorge Luis Argüelles guía el proyecto.

Primeros trazos

Las ganas de despertar en otros creadores y en la población el amor por las artes plásticas motivó en 1985 a siete pujantes creadores a gestar un proyecto de promoción y apreciación artística. La idea venía cocinándose hace tiempo, de hecho, tuvo sus antecedentes en Baracoa, según el instructor Jorge Luis Argüelles Durán, líder de Los Descamisados.

“Iniciamos con el fin de intercambiar con los artistas baracoenses, pero luego quisimos más y planificamos ir a las comunidades serranas para mostrar nuestro trabajo, o sea, el mío y el Eduardo Enrique Núñez Pérez, Oleyda Utria Rodríguez, Bernardo Noa Azahares, Wilfredo Leyva Reyes, Rolando Frómeta Leyva, Federico Ojeda y Luis Valiente, fundadores, en su mayoría sin formación académica, pero con buena técnica”, relata Argüelles Durán.

Revela el instructor que de esas ganas por desandar “montes” surge el nombre de la iniciativa, a partir del libro Descamisados, de Enrique Acevedo González, sobre los episodios vividos estando en el Ejército Rebelde.

“Nos sentíamos guerrilleros, guerrilleros del arte y así nos bautizamos”, afirma el entrevistado.

Desde entonces, el colectivo de pintores comenzó una cruzada profesional por las montañas. Con óleo, pinceles, acuarelas, cartulinas, lápices de colores, o cualquier otro material necesario trasladaron las artes hasta Los Calderos, Guajacal, Yacabo Arriba, El Pozanco, La Veguita, La Farola… a kilómetros de distancia, en bicicleta y hasta a pie.

“Pintamos para la gente, realizamos debates, talleres de creación, conferencias, desarrollamos proyectos de ambientación en lugares públicos, centros de trabajo, hacemos carteles, vallas, murales, brindamos mantenimiento a los monumentos, decoramos la escuelita, enumeramos las viviendas y hasta premiamos a los cederistas, mujeres, trabajadores y jóvenes más destacados con nuestros cuadros”, comenta Jorge Luis.

El vínculo con la historia ha sido otro elemento fundamental de Los Descamisados, de hecho, como parte de la celebración por el centenario del desembarco de José Martí por playita de Cajobabo, iniciaron un periplo De Playita a Palenque, recorriendo 89 kilómetros por la misma senda que siguió el Apóstol con Máximo Gómez y otros expedicionarios.

“Desde marzo de 1995 pasamos por escuelas, centros de trabajo, cooperativas, organismos donde realizamos exposiciones, actividades de creación, confeccionamos carteles identificativos de las instituciones y la localidad. El proyecto mereció el Premio al Mejor trabajo comunitario en 2000 y hoy se mantiene, sumando más personas casi similar a la Cruzada Teatral Guantánamo-Baracoa”, significa el artista Wilfredo Leyva Reyes.

Como colectivo de la plástica se han dedicado igualmente al fomento de eventos como el Salón Municipal para aficionados Vista Alegre, en aras de estimular la creación a temprana edad; la iniciativa Acercamiento para el intercambio, con artistas de Imías, Baracoa, Moa y Maisí; el Festival de La Farola, la Fiesta del Nengón, la del Berraco, ferias de Arte Popular, la Jornada de la Cultura Serrana y casi por tradición confeccionan los carteles para el carnaval local.

“Lo mejor es que no nos hemos detenido, ni en medio de la pandemia, aún con la escasez y altos costos de los materiales, siempre creamos y, a falta de galerías, exhibimos en los portales y hasta en nuestras casas. Además, concursamos en los principales eventos del municipio, la provincia y el país, e incluso tenemos premios internacionales”, agrega otro de los gestores de la inventiva, Eduardo Enrique Núñez, ganador del Premio Guamo 2020 que otorga la Unión de Escritores y Artistas de Cuba en Guantánamo a la personalidad más destacada del año.

Dan fe del talento y calidad de la obra de Los Descamisados, el Salón José Vázquez Pubillones y el Nacional Regino Eladio Boti, en Guantánamo; los encuentros de paisajes en 1987, 1988 y 1989; la primera Bienal Internacional de Paisajes celebrada en Baracoa en 1992; la Jornada Cucalambeana del 2004 y 2005 en Las Tunas; el espacio de la Mujer creadora en 2005; la Fundación Guayasamín; la Galería Wifredo Lam, de La Habana, y la Botticelli, de Honduras, así como exposiciones en Europa y América.

También sobresalen por aglutinar a artesanos, artistas graduados de la academia e instructores de arte, como cantera para la vitalidad del proyecto.

“Tenemos un hermanamiento que es esencial para nuestro trabajo. Cada cual tiene su estilo y forma peculiar, pero compartimos lo poco que se tiene y somos bien críticos los unos con los otros, porque lo que nos motiva es crear, y debemos hacerlo lo mejor posible. Además, es un compromiso llevar la cultura y la plástica a lugares recónditos, donde no existen galerías ni se acostumbra a ir a una, entonces nos toca armarles una y demostrar que es importante”, asevera el pintor Yusneidis Matos Matos, también miembro del equipo.

Claro que calar en el alma de Imías ha sido una obra de años, de bregar constante, muchas veces sin el adecuado respaldo institucional que debieran tener por el inmenso beneficio que traen a la comunidad. Pero cada sacrificio ha valido la pena, pues al pasar del tiempo, de regreso a los poblados, siempre hay algún desconocido que se acerca a los artistas para agradecerles y mostrar en la sala del humilde hogar campestre, aquella pieza que décadas atrás le obsequiaron, y que conserva, como el mayor de los trofeos.

El pintor Eduardo Enrique Núñez hizo de su portal un taller-galería para que el público disfrutara del proceso de creación.

Defensores de la cultura

Para el joven creador Yuri Osorio Castro si hay algo que distingue a Los Descamisados es su apego a lo autóctono, no importa si en algún punto se decide apostar por nuevos estilos o formas más experimentales, para cada uno de los actuales 14 miembros del colectivo resulta pan comido detectar quién pinta cada cuadro.

“La presencia de elementos referentes a la tradición y las costumbres del municipio son perceptibles en nuestras obras, aun cuando se trate de arte naif, paisajes realistas o hiperrealistas, surreales… porque es difícil desprenderse del entorno que te rodea”, confiesa Osorio Castro.

Otro aporte fundamental del grupo creativo ha sido a favor de la superación de los trabajadores de la cultura y de otros sectores, a través de conversatorios y espacios de socialización para aprender a apreciar la plástica.

“Los segundos miércoles de cada mes exhibimos una muestra transitoria que se llama Galería en la calle, con piezas para que la gente conozca nuestro trabajo y hacemos tendederas, para las pinturas en cartulinas donde no se pueden poner los caballetes. El público disfruta lo que ve y ya hasta da criterios acertados sobre los temas, como resultado de nuestros talleres de formación”, resalta el novel pedagogo de las artes.

La cooperación con actividades de otras manifestaciones en zonas donde no existen instructores o sin instituciones culturales constituye otras de las proezas de este colectivo, que pese a las dificultades materiales, mantiene un activismo vanguardista, digno de admiración, de ahí que por sus méritos bien ganados, sean considerados como joyas de la cultura en Imías.

Fuente: Venceremos

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