Jornada de homenaje a los trabajadores de la Salud, incentivo por la excelencia en los servicios

Guantánamo.- Por estos días se celebra la Jornada  Nacional de homenaje a los Trabajadores de la Salud. Iniciada el pasado 8 de noviembre y hasta el próximo 15 de enero, Día de la Ciencia Cubana, distinguirá a los que desde hospitales, policlínicos, hogares de ancianos y maternos, entre otras instituciones médicas; dan lo mejor de sí para cuidar de nuestras vidas.

La conmemoración incluye tres etapas, una primera que honrará a los afiliados en el contexto del Día de la Medicina Latinoamericana y del aniversario del nacimiento del eminente científico Carlos Juan Finlay; la segunda  reconocerá de manera especial a los educadores, y la última,  destinará las acciones al aniversario 59 del Triunfo de la Revolución. Igualmente, estará  dedicada al Comandante Ernesto Guevara, en el aniversario 50 de su caída en combate, y al Comandante en Jefe Fidel Castro, al cumplirse un año de su desaparición física.

Ahora bien, cuando hablamos de trabajadores de la Salud nos estamos refiriendo a quienes de manera altruista y desinteresada son ejemplo de constancia, buen trato, competencia y ética profesionales. De aquellos que salvan vidas desde cualquier rincón del mundo en misiones internacionalistas, y a los que también se consagran en el diario cumplimiento del deber dentro de los límites de la geografía nacional.

Para nadie es un secreto que tales prácticas agigantan la labor del personal médico y paramédico, y el agradecimiento sin par de la población. Es por ello que la Jornada Nacional de homenaje a  los Trabajadores de la Salud debe constituir férreo incentivo para la búsqueda de la excelencia de los servicios, ganando calidad en las prestaciones.

Los índices de salud alcanzados por Cuba a escala internacional dicen mucho de la voluntad política del Estado; pero también de los trabajadores de un sector que más que conquista es esencia de la Revolución; por lo que exige dedicación permanente de quienes lo integran.

Y en términos de Salud Pública, la excelencia es hacer desde el puesto laboral lo que queremos que hagan por nosotros en condición de pacientes. Es darlo todo y calar hondo en la calidad de vida de nuestros coterráneos.

Dijo Martí: “Es la Medicina como el Derecho, profesión de lucha; necesítase un alma bien templada para desempeñar con éxito ese sacerdocio”. Sea entonces la citada Jornada Nacional de homenaje, un hermoso regalo para quienes cumplen esa máxima, considerándose trabajadores por la vida y la Salud de todos.

 

 

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