El objetivo de tales iniciativas radica en satisfacer al sector ultraconservador, que considera insuficientes los cambios de la reforma republicana, y al moderado, temeroso de dejar a millones de estadounidenses sin cobertura médica.
Reportes de prensa recordaron que esos dos grupos amenazan la primera gran propuesta legislativa del presidente Donald Trump, empeñado en dejar atrás la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible, de su antecesor Barack Obama (Obamacare).
Dichas enmiendas otorgan a los estados más competencias para administrar la reforma en detrimento del Gobierno federal, y también ofrecen ayudas a las personas mayores con el fin de adquirir un seguro médico.
Hace dos semanas, los republicanos precisan detalles sobre el contenido de la futura ley para someterla a votación en la Cámara de Representantes, y posteriormente llevarla al Senado.
Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, una entidad no partidista, la actual propuesta dejaría sin seguro a 14 millones de personas en un año, y la cantidad de afectados ascendería a 24 millones para 2026.