Guantánamo. Vistosas imágenes de la belleza paisajística guantanamera se redescubren a través del lente del joven artista visual Daniel Ross (DARODE), sitios de nuestra geografía ya vistos, pero al mismo tiempo poco conocidos y visitados para muchos, que invitan a llegar y hacerlos tuyos, un lugar propicio para distanciarse, reposar, meditar… pero también respirar y palpar la naturaleza, cuando restan pocos días para despedir el 2022.
Y es que no hay nada mejor que la naturaleza para sentirse bien y en armonía con uno mismo, pues como bien reza el estribillo del famoso tema “conozca a Cuba primero y al extranjero después”, de lo que se se trata es de cómo nuestro entorno, sus contextos y protagonistas, nos transforman como seres humanos.
Las Terrazas de Maisí se incluyeron este año en la lista de los primeros 100 sitios del Patrimonio Geológico del planeta, que presenta la Unión Internacional de Ciencias Geológicas (IUGS).
Poco antes de llegar al Faro de Maisí, un camino rumbo al norte nos lleva al comienzo del Sendero Pozo Azul, de 12 km de longitud. Al final del sendero está el Pozo Azul, una dolina o depresión natural en roca caliza, causada por la acción del agua de un río subterráneo que atraviesa un sistema de cavernas. Sus aguas son ligeramente salobres, ya que el río se conecta con el mar.
Ya en Baracoa, puede disfrutar la maravillosa vista de la cascada de Salto fino, salto de agua más grande de América Insular, con más de 300 metros de caída. Se encuentra en el arroyo El Infierno, ubicado en la Reserva Ecológica Quiviján–Duaba–Yunque de Baracoa.
Licenciada en Periodismo. Graduada en la Universidad de Oriente en el 2010. Periodista, editora del sitio web y miembro del equipo multimedia de Solvisión.