Guantánamo.- Un desarrollo exitoso tuvo en Guantánamo, en la recién cerrada semana, la sexagésima Campaña Cubana de Vacunación Antipoliomielítica Oral Bivalente, en la que se inmunizaron, hasta la fecha, 23 mil 128 niños locales, el 96, 3 por ciento del universo infantil convocado en la provincia.
La mayoría, más de 17 mil 200 menores de tres años de edad, recibieron su primera dosis, en tanto a cinco mil 846 pequeños de nueve años se le administró la reactivación, según arrojó hoy el primer parte oficial del programa en la provincia, que involucra con protagonismo a todos sus médicos y enfermeras de la familia.
La Doctora María Elena Sánchez García, epidemióloga al frente de la campaña en Guantánamo, subrayó que se dispuso aquí del total de vacunas requeridas y el personal calificado para el éxito del proceso, lográndose el grueso de los inmunizados en ese primer momento, quedando discreto número para la actual semana de recuperación.
Esta vez en el extremo oriental de la Isla se habilitaron puntos en más de 500 consultorios médicos y 67 vacunatorios de sus policlínicos -dijo-, los cuales evitaron aglomeraciones y acercaron el servicio a la comunidad, atendiendo a las exigencias sanitarias, cuando el país vive fuerte rebrote de la COVID-19 y los niños figuran entre los sectores vulnerables y priorizados.
Como cada año el inmunógeno oral gratuito contra la polio llegó hasta los más recónditos sitios del archipiélago, incluidas las montañas del Plan Turquino guantanamero, donde restan a penas algunos pendientes en el municipio Maisí, que lo tomarán en próximos días.
Explicó Sánchez García que con anticipación se convocó a los padres a asistir con sus chicos al área de salud correspondiente, para el chequeo prevacunal, el cual identificó a unos pocos que presentaron fiebre o diarrea, y a otros que se encontraban fuera de su zona de residencia, aplazándolos para este segundo momento en que se completarán las 24 mil 016 inmunizaciones previstas.
La poliomielitis, una de las seis enfermedades, prevenibles por vacunas, erradicadas en Cuba desde inicios del triunfo de la Revolución -apuntó la epidemióloga- es un padecimiento viral agudo que afecta mayoritariamente a los menores, cuya gravedad varía desde una infección asintomática hasta fiebres, meningitis aséptica, parálisis irreversible y muerte por asfixia.
Tras su inicial campaña de vacunación masiva en 1962 la Mayor de las Antillas se convirtió en el primer país de Latinoamérica en eliminar la temible enfermedad infantil, considerándose éste uno de los resultados más relevante de la salud pública revolucionaria en el campo de la prevención, un logro de alto valor humanístico, sanitario y político.
Ahora su sexagésima campaña tiene lugar cuando el país avanza en la producción a escala industrial de dos de sus prometedoras vacunas anti- COVID-19, y el municipio Guantánamo se alista para la fase tres de ensayo clínico del candidato vacunal Abdala, que ha demostrado ser seguro y capaz de lograr potente respuesta inmunológica frente a la primera gran pandemia del siglo XXI.
