Guantánamo celebra a la danza con premio Elfriede Mahler

Guantánamo.- En su decimonovena entrega el anhelado Premio Elfriede Mahler, del panorama danzario guantanamero, recayó en sendos exponentes de la primera y la más reciente generación de la emblemática compañía Danza Libre, fundada hace 31 años y precursora del fecundo movimiento profesional de ese arte en la provincia más oriental de Cuba.

A la Mahler, bailarina estadounidense creadora de ese plantel y favorecedora del desarrollo de la manifestación aquí, rinde perenne tributo este lauro conferido hoy, en categoría honorífica, a la regisseur Naida Rubio Pileta, de aquellas primeras hornadas de profesionales, y en el apartado anual al joven bailarín Elio Oreste Reyna, heredero de esa savia y al frente ahora de Danza Libre.

El galardón esta vez llegó de la mano de dos altos integrantes del jurado: los maestros de danza Ernesto Llewellyn y Yaneisi Chibás quienes, junto al resto del tribunal, en la selección de los premios de este año se debatieron entre seis figuras con valioso aporte al ámbito dancístico local, incluidos veteranos pedagogos como Delia Olivares, y noveles coreógrafos como Felipe Catalá.

Al entregar el laurel el jurado elogió de Rubio Pileta sus más de 30 años de carrera -los más recientes con éxitos en el Folclórico Babul-, y de Oreste Reyna reconoció su trabajo defendiendo, con un joven colectivo, la permanencia de la agrupación insignia de la danza en Guantánamo, y el rigor técnico y artístico que otrora la catapultó a importantes escenarios nacionales y extranjeros.

Debido al azote de la COVID-19 y las exigencias sanitarias que impone, la ceremonia del Premio Elfriede Mahler no tuvo lugar esta vez en concurrida gala, como de costumbre, sino en acto de asistencia reducida que a su vez inauguró al espacio cultural La suerte está echada, en el nuevo local de la Librería la Universal, de la Sucursal de ARTEX en la Villa del Guaso.

Cada 29 de abril, en el Día Mundial de la Danza, se otorga este galardón que, además de estimular a los cultores locales, sirve hoy aquí para evocar no solo el legado de Elfriede Mahler, sino también el de su mayor discípulo Alfredo Velázquez, formador de generaciones de bailarines que han mostrado la valía de la academia guantanamera en escenarios de Cuba y otras partes del mundo.

La entrega del trofeo hoy coronó el amplio programa guantanamero para celebrar la efeméride danzaria, iniciado el primero de abril en el ciberespacio, con muestras audiovisuales y fotográficas, entrevistas, reseñas biográficas y homenajes, todo visibilizado desde el perfil de Facebook del Consejo Provincial de las Artes Escénicas, auspiciador de las actividades.

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