Los exmandatarios fueron rembarcados tras su arribo este miércoles al Aeropuerto Internacional José Martí, adonde llegaron con el propósito de recoger un supuesto premio patrocinado por grupos contrarrevolucionarios.
Las autoridades de la isla, haciendo valer las leyes que sustentan la soberanía de la nación, frustraron esta provocación, que pretendía sumarse a los intentos por generar inestabilidad, dañar la imagen internacional del país y afectar la marcha de las relaciones diplomáticas de Cuba con la región.
El mencionado galardón es promovido por la denominada Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia, un grupo financiado por miembros de la contrarrevolución cubana en Miami y Europa, con fines subversivos contra la mayor de las Antillas.
No es casual que la Red otorgue sus premios a expresidentes derechistas que se han unido para socavar los proyectos progresistas de América Latina y el Caribe.
También se conoció que el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, solicitó visa para entrar a Cuba, pero no es bienvenido, según destacó un artículo publicado por el diario Granma, el cual tacha su fallida visita de ‘provocación’.
El secretario general de la OEA ha redoblado en los últimos tiempos sus arremetidas frente a la integración latinoamericana y caribeña y contra la institucionalidad democrática.