Nosotros responderíamos con nuestras armas estratégicas, solo en caso de que detectemos la trayectoria del ataque, tiempo y objetivo, aclaró el jefe de Estado al canal PressTV.
Los comentarios de Putin se conocen después que la prensa se refirió a la existencia de unos 400 misiles interceptores instalados en portadores terrestres, marítimos y aéreos alrededor de toda Rusia, lo cual reduce en gran medida su capacidad de disuasión.
Putin presentó el pasado jueves un grupo de armamentos rusos de nueva generación, sobre todo supersónicos y otros de alcance ilimitado, que provocaron una reacción de molestia en Occidente y algunos acusaron a Moscú de violar acuerdos internacionales.
En ningún momento, el gobernante se refirió en su discurso anual ante la Asamblea Federal a algún armamento con un alcance entre 500 y cinco mil 500 kilómetros, aclaró la vocera de la cancillería, María Zajarova.
Todas las armas mencionadas estuvieron fuera de ese rango y no se rigen por ninguna avenencia firmada por Rusia, aclaró la portavoz, en clara alusión a acusaciones infundadas proferidas por Estados Unidos.
Moscú advirtió que Washington viola el acuerdo de eliminación de armas estratégicas de corto y mediano alcances al instalar rampas cerca de su frontera, desde donde se pueden lanzar misiles alados Tomahawks.
Putin también denunció que Estados Unidos mintió descaradamente a Rusia, cuando en febrero de 2014 le solicitó convencer al entonces presidente ucraniano, Viktor Yanukovich, para evitar el empleo del ejército con el fin de acabar con las protestas violentas en Kiev.
En lugar de cumplir con su promesa de crear condiciones para la firma un acuerdo sobre una salida pacífica de la crisis, dirigieron maniobras de provocación para exacerbar la violencia y culpar de ello al Gobierno, para luego permitir un golpe de Estado en Kiev, explicó.
Lo más interesantes es que después ni siquiera se atrevieron a ofrecer disculpas por el carácter violento de los hechos, y más bien apoyaron de inmediato a los golpistas, destacó el jefe de Estado.
La televisión capitalina mostró un documental, donde se escuchan testimonios de cuatro francotiradores georgianos que dispararon, tanto contra policías como contra manifestantes para provocar el caos.