En Guantánamo atención primaria de Salud esencial en el control de la COVID-19

Guantánamo.-  En medio del más complejo contexto epidemiológico que vive la provincia de Guantánamo, a causa de la COVID-19, se encienden las alarmas sanitarias y con ello la amplia red de atención primaria, uno de los pilares del sistema de Salud Pública en Cuba, con cobertura médica universal, de calidad y gratuita a lo largo y ancho de la geografía nacional.

Este territorio oriental, uno de los últimos en que irrumpió la pandemia en el país, tras meses libre de nuevos contagios volvió a ser blanco de la propagación -con la entrada a la nueva normalidad y el movimiento de viajeros desde el exterior-, siendo la mayoría de los diagnosticados asintomáticos y detectados desde los propios Consultorios del Médico de la Familia, y los policlínicos.

Hoy se reportan casos en la urbe cabecera y los municipios de Baracoa y Caimanera, donde para contener el contagio varias zonas han pasado a ser de movilidad restringida, y se refuerza el pesquisaje activo en la comunidad, misión que siguen directamente los mil 156 profesionales de los 574 consultorios de la provincia, mantenidos en la primera línea de enfrentamiento a la COVID-19.

La Doctora Yuleisi de la Cruz, jefa de sección de la atención primaria en Guantánamo, subrayó a la Agencia Cubana de Noticias que se continúa alerta ante la alta cifra de personas que arriban desde el exterior, principal fuente de infección de los últimos confirmados, situación ante la cual se multiplican los protocolos de vigilancia y control epidemiológicos.

Hasta en las más recónditas áreas de los 10 municipios del territorio -como las del Plan Turquino, con 273 consultorios-, se refuerzan las acciones de promoción de salud, siguiendo el enfoque preventivo del macro-programa de medicina familiar en Cuba, fundado en enero de 1984 bajo la máxima de que en prever está el arte de salvar, señaló la Especialista en Medicina General Integral.

Hoy el escenario epidemiológico global nos obliga a avanzar reajustándonos a la nueva normalidad -apuntó de la Cruz- y muchas son las medidas de bioseguridad que se han de incorporar conscientemente a la rutina diaria, en momentos en que se precisa de percepción del riesgo y de aprender a convivir con una amenaza latente que ha demostrado que cualquier descuido puede ser letal.

En medio del complejo panorama el Médico y la Enfermera de la Familia y los policlínicos, en su responsabilidad de velar por la salud comunitaria -desde la infancia hasta la ancianidad-, mantienen paralelamente su habitual seguimiento a cerca de una treintena de programas priorizados, como la atención materno-infantil, y la lucha antivectorial y de control de las arbovirosis.

Otras de las áreas de primer orden que ocupan a este equipo son la de asistencia integral al adulto mayor y la de control y seguimiento a la población con patologías crónicas no transmisibles, dos de los sectores más vulnerables a las complicaciones causadas por el nuevo coronavirus.

Este año ha puesto a prueba al sólido sistema de Salud cubano, para vencer los retos de la crisis sanitaria global en medio del recrudecimiento del bloqueo económico de Estados Unidos a la Isla y su impacto en ámbitos sensibles como la asistencia médica, sector que una vez más confirma ser conquista y esencia de la Revolución, afirmó la jefa de Atención Primaria en Guantánamo.

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