Guantánamo.- Hace algunas jornadas una rotura en una de las conductoras que abastece de agua a la ciudad de Guantánamo provocó afectaciones del servicio a la población. La situación pudo resolverse, aunque aún son muchos los salideros en varias de las redes, y en casi todos los barrios de la capital provincial.
El tema de los salideros en redes hidráulicas y conductoras afecta sensiblemente el suministro de agua potable para la población y las industrias en todo el país, y la región más oriental no es la excepción.
Datos conservadores ilustran que alrededor de la mitad del agua que se bombea se pierde por los salideros. El deterioro acumulado por los años de servicios en muchas de las conductoras es una de las causas principales.
Sin embargo, hay otro aspecto que pocos asimilan para ahorrar agua. Son los pequeños salideros en la casa, ya sea en cualquiera de los herrajes que disponemos en la cocina, el baño o el patio de servicio.
Hacia ahí debemos concentrar nuestros esfuerzos para dar el grano de arena necesario en esta cruzada por el ahorro del líquido, imprescindible para cualquier actividad hogareña.
Aunque, en honor a la verdad, contra ello conspiran los altos precios de los latiguillos, llaves de agua de diferentes medidas, válvulas, herrajes de baños sanitarios, entre otros.
La realidad indica que ese es un asunto vital y debe resolverse adoptando las medidas necesarias y sistemáticas. La exigencia en el ahorro de agua debe incrementarse tanto para los responsables de las empresas estatales como para cada uno de nosotros en nuestras casas.
Aunque estamos en el período seco y disponemos de agua suficiente en la presa Faustino Pérez, no por ello debemos permitir el derroche. Como dice un sabio refrán: “Solo el que carga sobre sus hombros el agua que necesita, sabe el valor de cada gota”.
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