El alma del Maestro

El joven alfabetizador Manuel Ascunce DomenechGuantánamo.- Manuel Ascunce Domenech tenía apenas 16 años y toda la alegría y el ímpetu de su edad, soñaba con el futuro promisorio que el triunfo de la Revolución había abierto para todos los cubanos, por eso sin vacilar acudió al llamado para contribuir a erradicar el analfabetismo heredado por años de oscuridad.

En julio de 1961 salió hacia el campamento habilitado en Varadero con el fin de instruir a los jóvenes en las herramientas básicas de enseñar a leer y escribir, una vez concluido el período de preparación partió hacia la entonces provincia de Las Villas.

Ya era miembro de las Brigadas «Conrado Benítez” cuando llegó a las montañas del Escambray, hasta la humilde vivienda de los Lantigua en la finca Palmarito, allí fue acogido  como un hijo más.

El ataque de las bandas contrarrevolucionarias a la zona se había incrementado para ese entonces, los enemigos de joven revolución se resistían a los cambios y beneficios que se sucedían por toda Cuba; multiplicar el pan de la enseñanza, era una de esas cosas que los corroía.

En la noche del 26 de noviembre de 1961 llegaron hasta el bohío Julio Emilio Carretero y su banda haciéndose pasar por milicianos, estaban vestidos como ellos, y lo conminaron a abrir la puerta.

Irrumpieron con violencia, Mariana, dándose cuenta de la situación la esposa de Lantigua quiso proteger a Manuel diciendo que era uno de sus hijos, pero él  encaró a los bandidos y exclamó:

– “¡Yo soy el maestro!”

Sin importar sus 16 años, fue torturado junto a Pedro sin piedad antes de ser ahorcados…

El crimen forma parte de la larga cadena de actos similares llevados a cabo por los bandidos quienes apoyados por la CIA pretendían infundir el temor entre la población y detener a la Revolución. Casi 300 bandas con unos 4 mil integrantes fueron armados para llenar de luto a muchas familias cubanas.

Pero la tarea no se detuvo y el ejemplo del adolescente asesinado sigue siendo inspiración para los miles de jóvenes que a lo largo de estos años se han agrupado en el Contingente Pedagógico Manuel Ascunce Domenech. Ellos han escrito hermosas páginas del amor que emana de la enseñanza, sus integrantes, como él, han estado en la vanguardia ratificando el compromiso de las nuevas generaciones con la Revolución.

 

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