Guantánamo.- La sede de la Unión de Escritores y Artistas de Guantánamo fue el sitio escogido para develar la estatua en memoria de Enriqueta Faber, primera mujer que ejerció la Medicina en Cuba.
En la cita, a la que asistió Arnaldo Tamayo Méndez, primer latinoamericano en volar al cosmos y Héroe de la República de Cuba, así como miembros de la organización, se recordó a quien hace más de 100 años inició su labor asistencial en Baracoa.
La figura fue fundida en bronce a tamaño normal, mostrando a la doctora de origen suizo con vestimenta de hombre; imagen que debió asumir para su desempeño, pues a principios del siglo XIX, las leyes dictaminaban que las mujeres no podían estudiar ni ejercer la profesión de Medicina.
La obra escultórica es de la autoría de José Villa Soberón y Gabriel R. Cisnero. Soberón es Premio Nacional de Artes Plásticas, quien también ha destacado por sus estatuas en honor a Benny Moré, El Caballero de París, Ernest Hemingway. John Lennon y la Madre Teresa de Calcuta.
Según publicación de la UNEAC, no faltaron las flores a sollicitud de su escultor, y en respeto a quienes de manera anónima depositaron en La Habana, una rosa en la mano del Dr. Henriette Faber (Enriqueta Faber).
Está previsto que la estatua se ubique en el paseo peatonal del Centro Histórico de Baracoa, frente a la farmacia piloto, como si la figura de la médica fuera un transeúnte más.
En 1819 Enriqueta Faber llegó a Baracoa, donde no solo laboró como doctora del gobierno español durante más de dos años, sino que también fungió como profesora para alfabetizar sobre todo a los esclavos y a las personas más pobres de la región.
Vea también: Enriqueta Faber: una historia para ser contada.
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