Suman 139 los líderes sociales privados de la vida de manera violenta en ese país suramericano durante 2022.
Guantánamo.- El Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), de Colombia, informó este sábado del asesinato de otros dos líderes sociales, con lo cual ya suman 139 los que han sido privados de la vida de manera violenta en ese país suramericano durante 2022.
Desconocidos armados dispararon a mansalva a Nancer Barrera Herrera, quien se desempeñaba como presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) en la vereda Cerro Negro, municipio de Baraya, departamento de Huila (suroeste). El hecho ocurrió el 12 de septiembre pasado, cuando el líder social se hallaba en su finca. Los sicarios también mataron al agricultor Carlos Andrés Arias Rodríguez.
Dos semanas después, el 26 de septiembre, ocurrió el homicidio de Jesús Alberto Bautista, quien presidía la JAC en la verdad Agüita Alta, municipio de Muzo, Boyacá (noreste).
Tras sus muertes violentas, ascendieron a 1.366 los líderes sociales asesinados desde la firma del Acuerdo de Paz, a finales de 2016, hasta la fecha.
Los cuerpos de Barrera Herrera y Arias Rodríguez fueron hallados a la orilla de la carretera en una zona rural del referido municipio.
En una alerta temprana sobre la situación de violencia en Baraya, la Defensoría del Pueblo señaló que allí el liderazgo comunal corre riesgos por su labor de denuncia y reivindicación de derechos.
El ente precisó además que en esta región de Huila se reporta el accionar del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP).
En cuanto a Jesús Alberto Bautista, su cuerpo fue hallado con varios impactos de bala y hasta el momento se desconocen detalles sobre las causas de su muerte y sus presuntos responsables, aunque en la zona se reporta la presencia de estructuras ilegales armadas.
En otra alerta temprana, la Defensoría del Pueblo aseguró que los liderazgos sociales representan uno de los sectores sociales más afectados por la violencia, especialmente en territorios con presencia de grupos armados de carácter ilegal.
La Defensoría llamó la atención que entre “las afectaciones más recurrentes que sufren se cuentan las amenazas, el homicidio, la intimidación, la persecución, la violencia basada en género, el desplazamiento forzado, presiones bajo coacción y la estigmatización”.
Tomado de Telesur