Demócratas priorizarán control de armas de cara a comicios en EE.UU.

El control de armas es hoy para los demócratas un pivote de su discurso de cara a las elecciones legislativas de noviembre, aunque reconocen que difícilmente el Congreso estadounidense apruebe antes reformas al respecto.
Para los estrategas del denominado partido azul, esto resulta una movida inteligente dado que ahora más que nunca existe un mayoritario apoyo público para lograr modificaciones a las leyes que amparan el derecho a comprar y portar armas en esta nación norteña.

Ello ocurre tras el masivo tiroteo en una escuela secundaria en Parkland, Florida, el 14 de febrero, donde murieron 17 personas, lo cual desató multitudinarias manifestaciones en ciudades de todo el país.

Pero el manejo del tema también entraña el peligro de distanciar a no pocos votantes, especialmente en estados considerados baluartes del Partido Republicano y que los demócratas pretenden ganar durante las elecciones de medio término, comentó el diario digital The Hill.

Asimismo, los demócratas ponen atención en las reacciones derivadas del reciente llamado del exjuez de la Corte Suprema de Justicia John Paul Stevens, quien instó a derogar la Segunda Enmienda de la Constitución, la cual consagra el derecho de los ciudadanos a poseer armas de fuego.

El mensaje le crispa el pellejo a mucha gente que piensa que los demócratas están dispuestos a quitarles las armas, reconoció el estratega Brad Bannon.

Por eso recomendó a los líderes y legisladores de la fuerza política distinguir que no se trata de quitar el derecho a la Segunda Enmienda, pero sí imponer límites estrictos a la propiedad y ventas de armamento.

De acuerdo con la publicación, el nuevo enfoque marca un cambio para los demócratas, quienes durante años rehuyeron del tema tras perder enormes cantidades de votos durante los comicios de 1994, fenómeno atribuido en gran parte a la prohibición sobre las armas de asalto que habían defendido a principios de ese año.

Asimismo, el aspirante presidencial Albert Gore perdió varios estados tradicionalmente demócratas cuando buscaba la Casa Blanca en el 2000, incluyendo Virginia Occidental y su estado natal Tennessee, donde los votantes eran extremadamente cautelosos con sus posiciones armamentistas.

La masacre en la secundaria floridana estimula a los demócratas a considerar un cambio de estrategia, con activistas estudiantiles conocedores de los medios que ayudan a mantener el tema en primer plano.

Recientes marchas nacionales y encuestas muestran un abrumador apoyo público para endurecer las políticas a favor del control de armas, por lo que abrazar el asunto no solo sería una política inteligente de seguridad pública sino algo que reportará dividendos en las urnas, señaló el reporte.

O cambiamos las leyes o cambiamos a quiénes están en el Congreso. Los niños lo entienden. Los republicanos, como lo han hecho durante cinco años, pueden mantener el tema al margen, pero no a todos fuera de los locales de votación. Lo hacen bajo su propio riesgo, argumentó la representante demócrata por Connecticut, Elizabeth Esty.

 

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