Cuba: más allá de una semana (+ Videos)

sede de la Semana de Vacunación de las AméricasGuantánamo.- Cuba fue elegida como sede de la Semana de Vacunación de las Américas, este no es un hecho casual. El sistema de salud pública y del programa de inmunización de la Mayor de las Antillas, acreditan por sí solos esa decisión.

La jornada tiene lugar cada año en un país diferente y surgió por iniciativa de la Organización Panamericana de Salud en 2003, con el propósito de proteger a la población de la región de diferentes enfermedades.

Durante los días comprendidos entre el 21 y el 28 de abril del presente año, estuvo encaminada a inmunizar a unos 70 millones de personas contra padecimientos que, a pesar de ser peligrosos, se consideran como prevenibles.


Tal es el caso del sarampión, la poliomielitis y la fiebre amarilla, de las cuales se han notificado brotes en esta región.

Desde 1962 Cuba desarrolla campañas de vacunación, en las que intervienen no solo el Ministerio de Salud Pública, sino también las organizaciones de masas, y que han posibilitado la erradicación de esas enfermedades, entre otras, además de contemplar un grupo que aquí no constituyen un problema sanitario como las infecciones por Haemophilus influenzae tipo B, hepatitis B y meningitis meningoccócica.

En ese propio año nos convertimos en el primer país de las Américas, y uno de los primeros del mundo, libre de polio. Un decenio más tarde, se eliminó el tétanos neonatal y en 1979 la difteria.

La Semana de Vacunación de las Américas coincidió en nuestro territorio con la segunda etapa de inmunización antiopoliomielítica, la primera fase tuvo lugar del 26 de febrero al 3 de marzo pasado. Cada área de salud, incluyendo las comunidades serranas y de difícil acceso, cuentan con todas las condiciones y recursos para que ningún niño quede sin recibir la dosis necesaria.

El bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos desde hace más de medio siglo, no ha impedido que la isla continúe desarrollando sus cruzadas de salud para proteger a la población a través de un programa que cuenta con 12 vacunas –ocho de ellas de producción nacional. –

Pero el esquema incluye otras para inocular periódicamente a determinados grupos, como los ancianos, enfermos de SIDA y trabajadores agrícolas. Entre ellas están las que protegen contra la influenza, la fiebre amarilla y la leptospirosis, esta última otro logro de los científicos cubanos.

Los avances que en materia de salud pública que exhibe Cuba responden a la voluntad política y esfuerzos del gobierno, logros que además se exportan bajo la bandera de la solidaridad que también hacen inmensa a esta pequeña isla.



 

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