Rodeado de realizadores cubanos y estudiantes, el director de cine estadounidense Brian de Palma dialogó en La Habana, sobre los retos de hacer cine, sus historias y los elementos que, a su juicio, influyen directamente en la psicología de personajes e intérpretes.
Invitado especial de la edición 38 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, el creador de cintas como Scarface (1983) Pecados de guerra (1989), Vestida para matar (1980) y Los intocables (1987), entre otras, conversó durante casi dos horas sobre sus concepciones como artista, en un ambiente de continuo intercambio de ideas.
Los jóvenes no tienen excusas para dejar de hacer arte, la era digital propicia que nos preocupemos menos por costos de producción, solo necesitan una cámara y una laptop para empezar a crear, aseguró el director de Redacted, cinta muy aclamada durante estas mismas fechas del año 2007.
Aunque es bueno contar nuestras propias historias, debemos intentar dirigir los materiales de otros, ponernos en contacto con su forma de crear, de pensar, de estructurar los personajes, señaló este eterno admirador de la obra de Alfred Hitchcock, conocido mago del suspenso.
Sobre la violencia en sus filmes y el tratamiento a la mujer, de Palma confesó sonriente que “la historia del cine, es la historia del hombre fotografiando a las mujeres”; razón por la cual no duda en inmiscuir a las féminas en sus filmes, aun cuando estos contengan un matiz exagerado de acción.
Asimismo, comentó a los presentes la necesidad de prestar atención a elementos como el sonido y la música durante los procesos de concepción de una obra, puesto que estos intervienen como un actor más dentro de la trama y la psicología de la película.
Finalmente, ante la pregunta de sus expectativas con el Festival de La Habana exclamó: ¡Viva Cuba!, consciente de que desde hace más de dos décadas los locales esperan con ansiedad esta visita.
Brian de Palma constituye un apasionado por el séptimo arte, interesándose sobre todo en el trabajo de Alfred Hitchcock, Roman Polanski y Jean-Luc Godard.
El thriller resultó su estandarte durante varios años, aunque son dos obras de género fantástico El Fantasma del Paraíso (1974) y sobre todo, el descomunal éxito de la primera adaptación de una novela de Stephen King, Carrie (1976), las que lo situaron como uno de los más interesantes autores del nuevo cine de Hollywood, que despuntó en la década de 1970.
