Alegres y profundos…

Alegres y profundos…Guantánamo.- Nadie puede convencerme de que, tal como algunos profieren: “La juventud está perdida”.

Así dicen quienes se olvidaron de lo jóvenes que fueron o de la responsabilidad que tienen para formar a las nuevas generaciones desde sus posiciones, o simplemente carecen de la capacidad de comprender con todas  las de la ley que como dijera el Che: “La juventud ha de ser alegre, pero profunda”.

Por estos días en que se gestaba la celebración de los aniversarios 56 y 57 de la Unión de Jóvenes Comunistas, UJC, y de la Organización de Pioneros José Martí, OPJM, respectivamente, interpreté una vez más el valor de quienes ya no prefieren hacerse llamar relevo, sino definitivamente  continuidad.

La historia ha dado siempre la razón. Jóvenes fueron quienes dieron todo en la manigua redentora desde 1868, quienes desembarcaron en las costas de Oriente y otros sitios para reiniciar la guerra cuando parecía que todo estaba perdido…

Jóvenes fueron aquellos que se oposieron a sangrientas tiranías proimperiales y hasta depositaron su sangre generosa en suelo patrio.

Jóvenes asaltaron la gloria en el Moncada y el Carlos Manuel de Céspedes, o sufrieron el mal tiempo y las calamidades de una mar embravecida que enrumbó al Granma…

Jóvenes también escalaron las alturas de la Sierra Maestra o apoyaron desde el llano, para poner fin al oprobio el 1ero de enero de 1959.

Jóvenes construyeron las simientes de la Revolución que comenzó ese día, construyen hoy y construirán mañana.

No hay fuerza de más vigor en las sociedades que las juventudes y a ellas hay que molderlas con el ejemplo y la virtud.

 

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