A pesar de los chantajes y amenazas de EE. UU., es inamovible el compromiso de Cuba con Venezuela

Intervención de Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de la República de Cuba, en el encuentro virtual por el aniversario 20 de la firma del Convenio Integral de Cooperación Cuba-Venezuela, el 30 de octubre de 2020, «Año 62 de la Revolución».

(Versiones Taquigráficas – Presidencia de la República)

Estimado Nicolás:

Yo quería darte, ante todo, las gracias por convocarnos a este encuentro y por estar.  Lo que celebramos hoy es muchísimo más que el aniversario de un Convenio; es el renacimiento del sueño de Bolívar, al que (José) Martí también consagró todas sus energías; y yo creo que es el momento en que más cercano y posible se hizo la integración de Nuestra América, por la que tanto se batallara.

Aunque todavía no esté en nuestros libros de historia, la firma del Convenio Integral de Cooperación Cuba-Venezuela es un hecho histórico y hoy lo que estamos conmemorando es también un hecho histórico, entre otras cosas, porque es un acto de independencia que marca un tiempo nuevo para América Latina y el Caribe; es un tiempo de intercambio entre iguales, de la conversión de las palabras a los hechos, del abrazo solidario expresado en obras concretas para el beneficio de los pueblos, y es también la semilla de la que brotaría el árbol del ALBA.

La visionaria decisión de dos grandes líderes como fueron el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y el Comandante Hugo Chávez Frías, al firmar este documento, puede valorarse mejor cuando ya han pasado 20 años de expresión práctica de la voluntad de dos gobiernos soberanos que no se doblegan ante las presiones imperiales.

Tres días antes de la firma de este acuerdo, desde el nuevo Parlamento venezolano, cuando Fidel estaba de visita en Caracas, el líder de la Revolución Cubana había expresado esas ideas con bellas palabras que quisiera recordar y citar ahora. En aquel momento Fidel dijo: «Como en todas las épocas de la historia, los hombres sueñan y tendrán siempre derecho a soñar. El gran milagro consiste en que alguna vez las esperanzas y los sueños de este pueblo noble y heroico se conviertan en realidades».

Detrás de las palabras vendría el Convenio, la histórica firma de ambos mandatarios y la transformación de la decisión política en hechos de trascendencia social innegable: Cuba y Venezuela estaban mostrando desde aquel momento a la región y al mundo un ejemplo del tipo de cooperación que pueden desarrollar dos naciones independientes cuando deciden colocar el acento de sus políticas en la mejoría de los indicadores sociales de sus pueblos.

Hay otra frase de Fidel que resume el espíritu y la esencia de aquel momento, y es cuando expresó: «Nuestra cooperación con Venezuela se inspira en ideales que van mucho más allá del simple intercambio comercial entre dos países».

El Convenio no solo ató con más fuerza los lazos de hermandad entre ambas naciones, también sentó las bases y estableció los principios que darían vida a la hoy Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos, lo que conocemos como el ALBA-TCP.

Lo histórico se corporiza en ese mecanismo que busca la participación efectiva de los pueblos en la conducción de sus propios destinos y que apuesta a la complementariedad económica y a la cooperación, no a la competencia; o sea, aquí también estamos enfrentando los paradigmas neoliberales y estamos brindando paradigmas que son superiores, que son más emancipadores, que son más humanistas. El comercio y la inversión dejan de concebirse como fines y comienzan a orientarse hacia un desarrollo justo y sostenible de todas las naciones comprometidas.

El Convenio ha sido un instrumento importante para complementar las economías de Cuba y Venezuela y entre sus acciones más trascendentales, en el orden económico y social, se destacan varias.  Podemos hablar de:

La articulación de las misiones Barrio Adentro I y II, que son, yo diría, los programas de mayor impacto. Allí nuestros colaboradores están distribuidos en los 24 estados y en 335 municipios del país, diseminados por todas las parroquias y ofreciendo sus servicios a toda la población sin distinción de credo o ideología política.

Está la declaración de Venezuela por la Unesco como país libre de analfabetismo, que también es un resultado de este Convenio.

La Misión Robinson, utilizando el método educacional cubano «Yo sí puedo», alfabetizó a más de 3 millones de venezolanos.

La creación y desarrollo, como mencionabas, de la Misión Milagro, mediante la cual Venezuela y Cuba devolvieron la visión a millones de personas en la región, lo que parecía un milagro, como se llama la misión, lo que nadie se había propuesto en el mundo resolver de la manera en que se resolvió, con cooperación, sin vanidades, con un verdadero principio de poner a los hombres y a las mujeres, a los ciudadanos de Nuestra América en el foco de atención.

Está la promoción de la cultura física, en el marco de la Misión Barrio Adentro Deportivo, para el mejoramiento integral de la calidad de vida de la población.

El apoyo a las misiones educativas Ribas y Sucre para la promoción de bachilleres y la universalización de la enseñanza superior.

El desarrollo de la cultura popular a través de la Misión Cultura Corazón Adentro.

El pueblo y Gobierno cubanos, Maduro, tenemos que agradecer a Venezuela la valiosa ayuda y contribución brindada para la ejecución de importantes programas de desarrollo del país en varios sectores, así como el apoyo inmediato que siempre Venezuela ha brindado a Cuba para enfrentar los efectos de los desastres naturales que nos han golpeado. Pero, además, hay que agradecer la oportunidad de participar, junto al pueblo venezolano, en todas estas misiones y en todos estos programas de cooperación, porque también nuestra gente ha crecido, los jóvenes cubanos que han formado parte de las misiones de educación, de salud, de deporte, de todos estos programas, han crecido como revolucionarios, han crecido como ciudadanos, han crecido como latinoamericanos. Y esa es una experiencia, una vivencia que queda para toda la vida.

A las hermanas y hermanos venezolanos queremos decirles hoy que la historia de la colaboración cubana con el mundo, como ustedes conocen, se guía por principios de solidaridad y preceptos éticos en la conducta y posición de nuestro Estado y de nuestro Gobierno de no inmiscuirse en los asuntos internos de ningún país y respetar, por encima de cualquier otra consideración, la soberanía de las naciones y el Derecho Internacional.

Hoy Cuba mantiene en Venezuela cooperantes de diversas especialidades: salud, deporte, cultura, educación, comunicaciones, agricultura, alimentación, industria, ciencia, energía y transporte, entre otros sectores, y estos intercambios de colaboración han sido muy fructíferos para el desarrollo de ambas naciones.

Las misiones sociales, creadas e impulsadas por el Comandante Chávez como «el alma de la Revolución», se han destacado por su carácter inclusivo, popular, participativo, democrático, humano, solidario y genuinamente socialista.

Fue el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz quien delineó directamente junto a Chávez los principios fundamentales de la cooperación entre nuestros países basados en atender bien al pueblo venezolano, preparar el relevo con profesionales venezolanos y cuidar también de nuestros colaboradores. El General de Ejército Raúl Castro Ruz, quien ha sido un continuador de toda esta epopeya, reafirmó posteriormente esos principios, que han sido, son y serán la guía de la presencia cubana en la hermana República de Venezuela.

Las atenciones de nuestros colaboradores de la Salud se ajustan rigurosamente a la ética médica y a los principios del Convenio. El saludo y el abrazo para los que están presentes hoy ahí de la Misión Médica Cubana y para todos nuestros colaboradores en Venezuela. A ningún enfermo se le pregunta por su filiación política ni se le pide dinero; a todos se les trata como pacientes, como seres humanos. Los médicos formados en los valores de la Revolución Cubana no conocen ni practican, por principio, la medicina tarifada, y con esos conceptos, con esas convicciones estamos colaborando en Venezuela.

Allá permanecen miles de cooperantes cubanos de manera voluntaria y comprometida. Y cumpliendo con un deber solidario, se mantienen unidos a los venezolanos frente a las agresiones y amenazas del imperio y de sus lacayos regionales.

No hay en tierra bolivariana tropas cubanas, solo colaboradores amantes de la paz, del amor y de la vida que enseñan y aprenden a diario.

Maduro, entre los acuerdos de cooperación derivados de aquel Convenio de ambos países, hoy adquiere una mayor relevancia por su orientación a mitigar los impactos de la pandemia del nuevo coronavirus, el de la Tecnología suma, o sea, me estoy refiriendo al Sistema UltraMicroAnalítico, el cual permite desarrollar un amplio programa de vigilancia epidemiológica y de pesquisa de cinco enfermedades en recién nacidos, y yo creo que es una de las experiencias que podemos ampliar, que tenemos que seguir compartiendo y perfeccionando.

Nuestros colaboradores de la Salud, además, comparten junto a los especialistas venezolanos la batalla diaria contra la COVID-19 y no descansarán hasta juntos vencer a la pandemia.

Yo quisiera expresar también a todos los presentes, a las compañeras y compañeros presentes, que este Convenio, cuyo aniversario 20 celebramos hoy, es histórico también porque sus proyecciones y resultados desafían el genocida bloqueo impuesto por Estados Unidos contra Cuba y las crueles medidas coercitivas unilaterales aplicadas por el mismo imperio contra Venezuela, y esa es otra causa que también nos une.

Nicolás: bajo tu conducción se fortaleció el Sistema de Misiones y Grandes Misiones Socialistas Hugo Chávez Frías, ratificando que constituyen una fuente de constante obra social, económica y política. Hombro con hombro los cubanos las acompañaremos siempre.

«Esperamos venir a Cuba en condiciones de extender los brazos, y en condiciones de mutuamente alimentarnos en un proyecto revolucionario latinoamericano». Estas palabras fueron las primeras que pronunció el Comandante Hugo Chávez Frías al llegar a la Isla en su primera visita. Leídas hoy, casi 30 años después, resultan una profecía de lo que nacería de aquel acercamiento.

Te ratifico, hermano Maduro; les ratificamos, hermanas y hermanos venezolanos, que a pesar de los chantajes y amenazas del Gobierno de los Estados Unidos nuestra decisión y compromiso de mantener la colaboración con la hermana nación bolivariana es inamovible.

Como expresara Fidel: «Deseo solo acogerme al derecho que Martí legó a los cubanos: experimentar una enorme admiración por Venezuela y por quien fuera el más grande soñador y estadista de nuestro hemisferio, Simón Bolívar».

Creo que un día como hoy hay razones suficientes para que expresemos un ¡Viva la cooperación entre Venezuela y Cuba!

Tomado de Granma

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