Ideales que perduran

Asalto al Cuartel MoncadaGuantánamo.- Sesenta y tres años han transcurrido desde que un grupo de valerosos jóvenes cubanos, liderados por Fidel Castro, protagonizaron una de las más heroicas gestas en el historia de la isla; el asalto al cuartel Moncada.

Era 1953, el año del centenario de José Martí, el Héroe Nacional cubano. El pueblo estaba sometido a las crueldades del presidente de turno, Fulgencio Batista, y sus secuaces serviles a los Estado Unidos. El grupo de revolucionarios encendió nuevamente la luz de la rebeldía de los cubanos.

Una previa, y escasa, preparación militar y número insuficientes de armas acompañaron a los rebeldes la mañana del 26 de Julio, que era igualmente la mañana de la Santa Ana en un Santiago de Cuba en pleno carnaval. A la par se desarrollaba una acción militar en el cuartel Carlos Manuel de Céspedes, en la vecina Bayamo.

Salieron temprano de la Granjita Siboney  unos 135 jóvenes a atacar una fortaleza bien resguardada por militares de excelente preparación…Fueron masacrado 80, solo seis murieron en combate.

La prensa, al servicio de la dictadura, daba a conocer que esa había sido una acción de un grupito de “revoltosos”, casi todos provenientes de la Habana que pretendían desestabilizar al país…y luego comenzaron a salir a la luz las fotos de cadáveres torturados y hasta mutilados,  de parte de los asaltantes…

Entre los que pudieron escapar de la sangrienta represalia figura Fidel Castro, quien no obstante fue detenido más tarde y sometido a un juicio donde devino acusador, en vez de acusado.

En su histórico alegato conocido como La Historia me Absolverá, el joven abogado los problemas que debían resolverse en un país de oprobios y desmanes: el problema de la tierra, el de la industrialización, el de la vivienda, el del desempleo, el de la educación, y el de la salud.

Por ejemplo en la entonces provincia de Oriente, la mayoría de las tierras pertenecían a la United Fruit Company y la West Indies, mientras más de 200 mil familias campesinas no tenían donde cultivar para sustentarse.

Las industrias eran escasas, la mayoría de la población vivía en condiciones pobrísimas, cientos de desempleados recorrían kilómetros en busca de trabajo…

La educación apenas exhibía unas pocas escuelas públicas, casi ninguna en las montañas; escasos eran también los hospitales; de ahí los altos índices de analfabetismo y de enfermedades prevenibles. Hoy, ambos servicios son gratuitos.

Con el triunfo de la Revolución en 1959, esa triste realidad comenzó a cambiar; hoy la tierra es de quienes la hacen producir, beneficiados por la Ley de Reforma Agraria, primero, y hoy favorecidos con Decretos Leyes como el 300, que otorga terrenos baldíos a aquellos dispuestos a sacarle frutos devenidos también en alimentos para el pueblo. Del mismo modo, leyes como la de Reforma Urbana y la General de la Vivienda acabaron con los altos precios de las rentas.

Pues hoy suman miles los Doctores, Masters profesores, maestros, empleados con salarios decorosos y acceso permanente a categorías científicas, los que laboran en cientos de centros educacionales diseminados en todo el territorio, entre ellos la Universidad de Guantánamo que se extiende con el proceso de universalización de la enseñanza a todos los municipios.

Cientos de médicos, profesores, entrenadores y otro personal de la salud y educación guantanameros, colaboran en más de una decena de países del mundo.

A pesar de las dificultades y obstáculos que aún afrontamos en el país, el programa de lucha de Fidel y sus compañeros héroes o mártires, que los compulsó al Moncada y a la Sierra Maestra hasta la liberación definitiva del pueblo, ha sido cumplido.

Los sueños de justicia social que alentaron a los participantes en la epopeya del 26 de Julio de 1953, perduran como faro para las nuevas generaciones de cubanos igualmente dispuestos a defender los principios de dignidad y soberanía de ese gran pueblo.

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