Sector educacional guantanamero vela por sus niños, en especial los más vulnerables

Guantánamo.- Dentro de la red de 778 instalaciones escolares guantanameras, con cada una de sus aulas certificadas tras evaluación sanitaria en medio del contexto pandémico, tienen un lugar prioritario la veintena de Escuelas Especiales, los 39 Círculos Infantiles, y los dos Hogares de Niños sin Amparo Familiar existentes aquí, también adscritos al sector educativo.

Por las características de sus escolares, muchos de la primera infancia, otros con cierta dependencia por limitaciones intelectuales o físicas, y algunos de amplia familia adoptiva con educadoras devenidas madres sustitutas, en estos centros es doble la entrega y el reto sanitario, un compromiso bien asumido por todos los involucrados: maestros, auxiliares y personal de salud.

Con previsora antelación a la reapertura del curso 2019-2020, en estas instituciones guantanameras todo fue dispuesto para garantizar la bioseguridad y el vital distanciamiento físico, y ello abarcó la reorganización de espacios y horarios de las distintas rutinas, evitando el hacinamiento de los niños, hoy cada vez má familiarizados con las medidas de la nueva normalidad.

Así comentó a la Agencia Cubana de Noticias Maritza Romero, jefa del Departamento de Enseñanza Especial en la Dirección de Educación, quien hizo énfasis en el rigor actual de los controles higiénicos en los 21 planteles locales de esta instrucción, donde desde antes del escenario epidémico eran ya de estricto cumplimiento para asegurar el bienestar y salud de los educandos.

Teniendo en cuenta que estos chicos son más susceptibles a enfermarse -dijo-, porque asociado a su discapacidad suelen tener otras patologías de base, la abnegada atención en estos recintos es permanente, las pesquisas epidemiológicas se acometen con mucha más profundidad, y es más frecuente el lavado de manos y el cambio de mascarillas, de éstas hasta ocho personales al día.

Entre las prioridades de la Educación cubana ha figurado siempre la respuesta pedagógica y terapéutica gratuita, de alto nivel, a los niños con necesidades especiales, en Guantánamo con una matrícula actual de cerca de dos mil y algunos de ellos con estados cualitativos complejos, como los afectados por Síndrome de Down o Autismo, y los cinco que aquíbpadecen sordoceguera.

El total de estas escuelas en Guantánamo cuenta con el ciento por ciento de la cobertura médica y más de 500 docentes, 300 auxiliares, además de psicopedagogos, logopedas, rehabilitadores, volcados todos a la atención permanente y diferenciada de cada estudiante, reflejo genuino del lugar que ocupa para el Gobierno el cuidado y protección de sus hijos, apuntó Romero.

Similar devoción es la que entregan hoy las educadoras y auxiliares pedagógicas de los 39 Círculos Infantiles del territorio, que en estos momentos acogen a seis mil 712 pequeños, de uno a seis años de edad, y la consagración de los profesionales al frente de la veintena debbeneficiarios de los dos Hogares de Niños sin Amparo Familiar, ubicados en labcabecera provincial.

En ambos tipos de recintos las tareas de profesionales y obreros están muy bien repartidas: las educadoras, por ejemplo, son responsables directas de la instrucción y de las rutinas del aseo, las enfermeras del control sanitario, y las asistentes generales de la higienización de cada área, implementos didácticos, toallas de baño individuales, y todo lo diariamente utilizado por los chicos.

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