Padres: el virtuoso caballero de nuestros cuentos infantiles

Guantánamo.- Hoy es el día de los padres, un día de llamadas, mensajes, lágrimas, nostalgias, de alegría mezclada con tristeza, de flores, de amor… un momento que se festeja de disímiles maneras. Unos hacen una comida especial en casa que reúne a los miembros de la familia, otros salen a comer en un restaurante, visitan a unos amigos, sencillamente festejan.

Quienes estamos lejos del hombre que nos dio la vida, desde muy tempranito escribimos un correo, utilizamos las nuevas tecnologías, o sencillamente, teléfono en mano llamamos para decirle cuánto lo queremos, cuánta falta nos hacen sus consejos, su risa, sus regaños, su mirada paterna…

Otros, con flores y el corazón hecho añicos van hasta el camposanto para recordar a quienes no están físicamente entre nosotros y acompañarles un rato para que, ni siquiera allí, se sientan solos.

Por eso, no comparto la discriminatoria idea de que madre es una sola y padre, cualquiera, el ser papá, tiene tanta responsabilidad como el ser madre. Sino… ¿Quién desistiría a la felicidad de llevar a su bebé dormido hasta su camita, a recibir su tierna mirada, a oír sus primeras palabritas?… Estoy segura que nadie se expondría a perder este momento tan sublime.

Los padres a pesar de su fortaleza física, sufren, sienten, padecen, sueñan, anhelan, crean, al igual que las madres. También en ocasiones, lloran por dentro, y, a veces por complacencia escribir historias no contadas y ocultas en los espacios inimaginados.

Desde hace unos años la vida ha cambiado y con ella, la forma diferente de ser papá. Ello no significa que los padres de hace más de veinte años no fueran compasivos, mi padre era un ser maravilloso, era especial, era mi héroe, mi virtuoso caballero dueño de un corazón tan, pero tan grande que no le cabía en el pecho. Así era mi padre, todo amor.

La primera celebración de la fecha en Cuba tuvo lugar el 19 de junio de 1938 a pedido de una mujer, la escritora y artista Dulce María Borrero. Ella abogó por la generalización en la Isla del homenaje a los padres, un ser que suele ser tan suave, mimoso y dedicado como la más adorable de las madres.

Hoy y mañana, el padre ha sido, es y será un pilar en nuestra vida. Por lo tanto, agasajemos este día al héroe de nuestros cuentos infantiles, a esa persona que, aunque nos pareciera gigante, nos apretaba las manos para cruzar la calle y nos esperaba a la llegada de la escuela con un beso o un nuevo libro. Para ellos, donde quiera que estén, digámosle: ¡Felicidades, papá!…

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