No puede ser solo un slogan

Depresión tropical afecta CubaGuantánamo.-  Se va octubre, pero queda noviembre. La temporada ciclónica no termina en un país en el que,  desde hace algún tiempo, todas las estaciones se han convertido en verano.

Mire usted: mientras en el mundo muchos han sacado de  sus armarios el atuendo de invierno, los que pensábamos íbamos a hacerlo pronto, tras el anuncio de la llegada del primer frente frío de la temporada a Cuba, nos quedamos en eso…

En cambio escuchamos las noticias: “Un área de bajas presiones sobre el mar Caribe occidental, está generando una extensa área de nublados con chubascos y lluvias, con tendencia a la organización en las últimas horas. El centro de este sistema se encuentra a unos 500 kilómetros al sur-suroeste de Punta del Este, Isla de La Juventud y a 670 kilómetros al sur-suroeste de La Habana”.

Los reportes consideran que en esta época “las condiciones atmosféricas resultan más favorables para el desarrollo ciclónico tropical, y se pronostica que… se convierta en una tormenta tropical, mientras el sistema se mueve hacia el norte sobre el noroeste del mar Caribe”. Los abundantes nublados con chubascos, lluvias y tormentas eléctricas, incluso,  fuertes y hasta localmente intensas, ya afectan principalmente el occidente y centro del país, incluyendo la Isla de la Juventud, con vientos fuertes y en rachas e inundaciones costeras de ligeras a moderadas en zonas de la costa sur…

Hace unos días leí un material de Danier Ernesto González, de Cubadebate, sobre el tema. Mencionaba que “Cada vez que asoma el primer sistema frontal por el golfo de México, con frecuencia en la segunda mitad de octubre o primera de noviembre, muchos dan por acabada la temporada ciclónica, e incluso creen que es poco probable el paso de un huracán por nuestro país”.

Considera que el escenario meteorológico en el que coinciden zonas de bajas presiones en el Caribe y frentes fríos,  y vaguadas procedentes de Norteamérica,  puede ser muy peligroso.

El reportero hace una exhaustiva investigación en la que refiere los mapas históricos de trayectorias y resume que, si octubre es un mes adecuado para la formación de fenómenos de este tipo que aquejen a Cuba, también lo es noviembre.

El huracán Katrina afectó al país en 1981, Michelle en 2001, Paloma en 2009… todos en noviembre.

Resaltan lo ocurrido aquel 5 de noviembre, cuando coincidieron el primer frente frío de la temporada 2010-2011 y el huracán Tomás, que cruzó cerca de Guantánamo, provocando marejadas que afectaron a Baracoa.

Según la investigación en diciembre de 2003  se formó la tormenta tropical Odette;  Zeta, se originó el 30 de ese mes de 2005. Por suerte se disipó en el atlántico el 6 de enero de 2006.

“En diciembre de 2007 la tormenta tropical Olga se movió por La Española. Siguió al oeste hasta degradarse a baja remanente entre Jamaica y la provincia de Granma”, señala el texto de marras.

Mientras seguimos de cerca las informaciones sobre la décimo octava depresión tropical de la actual temporada en el Atlántico formada al sur de Cuba, no me quedan dudas.

El buen consejo que nos dan las autoridades del gobierno, de la Defensa Civil y especialistas del Instituto de Meteorología cubano, entre otros, de estar preparados y alertas permanentemente, no podemos permitir que se convierta en un slogan. Contamos con suficientes pruebas para estar convencidos de que sí tenemos que estar siempre preparados y alertas.

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