Juan Almeida, comandante del Ejército Rebelde

Juan Almeida, comandante del Ejército RebeldeGuantánamo.-  El 27 de febrero de 1958, Juan Almeida Bosque, revolucionario cubano que participó en el ataque al cuartel Moncada, la expedición del yate Granma e integró la primera guerrilla en la Sierra Maestra, fue ascendido a comandante del Ejército Rebelde.

En ese momento, Fidel Castro Ruz, expuso una disposición que decía: “Se comunica por este medio que ha sido ascendido al grado de comandante al capitán Juan Almeida Bosque y se le nombra jefe de la columna 3, que operará en el territorio de la Sierra Maestra, situado al este del poblado de María Tomasa, debiendo extender el campo de operaciones lo más lejos posible hacia esa dirección.

“Se le faculta para conceder grados de oficiales hasta capitán, los que deberán ser ratificados por la Comandancia General, así como para aplicar cuantas medidas estime pertinente para la buena marcha de las operaciones y poner en práctica todos los preceptos del Código Penal Militar Rebelde.

“Así mismo se le faculta –señala el histórico documento- para recibir e invertir todo aporte económico que se le ofrezca por la ciudadanía”, y lo firmaba Fidel Castro Ruz, Comandante Jefe.

El ascenso de Juan Almeida, era el resultado del afianzamiento del Ejército Rebelde en el enfrentamiento a las tropas del régimen en la Sierra Maestra. Por ello, había que llevar la guerra a otras zonas de Oriente y, a la postre, hacia otras regiones del país.

Asaltante del Moncada, expedicionario del Granma y combatiente en los más oscuros parajes de la sierra que lo resguardó, Juan Almeida Bosque, se hizo leyenda entre los barbudos que bajaron victoriosos de las montañas cubanas en busca de un futuro luminoso.

Valiente, decidido y fiel hasta las últimas consecuencias, este revolucionario cubano estuvo siempre en la primera línea de combate junto al Comandante en jefe Fidel Castro Ruz. Su pasión humana y artística le posibilitó combinar su labor comprometida y fecunda de dirigente revolucionario, con una excelente y prolija obra artística, que incluye más de 300 canciones y una docena de libros.

Al triunfo sobre la tiranía de Fulgencio Batista, se le otorgó el grado de Comandante de la Revolución, el cual lo llevó siempre con especial habilidad en las diversas e importantes responsabilidades en el Partido y en las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Hasta el mismo momento de su muerte, fue paradigma de firmeza revolucionaria, compromiso, patriotismo, valentía y lealtad a Fidel y a la Revolución.

 

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