Guantánamo.- Un sentido homenaje póstumo al Comandante en Jefe Fidel, en momentos en que sus cenizas son trasladadas por el itinerario inverso al que hiciera la caravana de la libertad en enero de 1959, representó el acto provincial en Guantánamo con motivo del aniversario 60 del levantamiento armado en el otrora Batey Ermita, hoy Costa Rica.
Aquel 30 de noviembre, pero de 1956, un grupo de valientes hijos de la patria se alzó aquí en armas y tomó el Cuartel de la tiranía, con el propósito de contribuir al éxito del desembarco de los 82 expedicionarios del Yate Granma, entre ellos Fidel, que procedentes de México, encenderían definitivamente la llama de la independencia nacional en Cuba.
Las acciones de Ermita las condujo el hoy Comandante de la Revolución Julio Camacho Aguilera.
Los hombres del Granma, al igual que hoy el pueblo, vieron en Fidel al guía imprescindible para encabezar la gesta que llevaría a su pueblo al triunfo de enero de 1959, y luego a las conquistas en los años posteriores.
Hace apenas horas el Comandante en Jefe dejó la vida terrenal para pasar a la posteridad y como en los sucesivos actos después de su desaparición física, en Costa Rica el pueblo demostró dolor incalculable, pero fuerzas para garantizar la salvaguarda y perfeccionamiento de la obra que él erigiera con su ejemplo.
En la cita nuevos militantes del Partido Comunista de Cuba y de la Unión de Jóvenes Comunistas recibieron los carnés que los acreditan como tal, y junto a sus coterráneos juraron defender la patria, la Revolución y el Socialismo al precio de cualquier sacrificio, como lo hizo el siempre eterno líder histórico.
