Gobierno cubano ratifica garantías jurídicas a empresarios extranjeros ante la Helms-Burton

Rodrigo Malmierca, ministro del Comercio Exterior y la Inversión ExtranjeraLa ley Helms-Burton, que pretendió alejarnos, nos ha acercado más para defender nuestros intereses comunes, dijo en La Habanaal Rodrigo Malmierca, ministro del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, durante un encuentro con empresarios foráneos y representantes del cuerpo diplomático.

Numerosas voces en el mundo se han manifestado contra el reforzamiento del bloqueo hacia Cuba por parte de los Estados Unidos, el gobierno cubano ratifica su decidida oposición y asegura que aplicará todas las garantías legales para proteger los negocios que existen en el país, aseguró el funcionario en la reunión, acontecida en el Hotel Nacional.

Malmierca subrayó que la Helms-Burton es inaplicable en Cuba donde el Estado ha señalado que la inversión extranjera es fundamental para el progreso del país, por lo que no se ha detenido su desarrollo y actualmente se trabaja en la eliminación de trabas y el incentivo de nuevos negocios.

En el encuentro, Deborah Rivas, directora general de inversiones del Mincex, explicó la base normativa que existe en la mayor de las Antillas para la protección de los intereses de empresarios foráneos, entre ellos la Ley 80 de la Dignidad y la Soberanía, la ley 118 para la inversión extranjera, y la recientemente aprobada Constitución de la República.

Añadió que desde el propio año 1996 varios países aprobaron leyes antídotos para proteger a sus nacionales, como es el caso del Estatuto contra el bloqueo de la Unión Europea (principal inversor en la Isla), la Ley Contra Medidas Extraterritoriales Extranjeras, de Canadá (considerado un inversionista estratégico para el desarrollo cubano) y la Ley de Protección al Comercio y la Inversión de Normas Extranjeras que Contravengan el Derecho Internacional, aprobada por México en los años de la década de los 90.

Carlos Fernández de Cossío, director de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, explicó que hasta el momento se han presentado tres demandas al amparo de la activación del título III de la Helms-Burton; sin embargo, especialistas jurídicos señalan que existen suficientes obstáculos en el cuerpo de la normativa que les hacen bien difícil a un reclamante demostrar que su demanda procede con apego al Derecho.

El diplomático subrayó que el gobierno cubano insiste en las garantías que existen en su marco jurídico para proteger a todos los empresarios, incluidos los norteamericanos, y recordó que entre los propósitos principales de la Helms-Burton están dañar a la economía cubana y atemorizar a los inversionistas extranjeros.

Gonzalo Boluda Martín, empresario presente en el encuentro, dijo que su entidad lleva 24 años en el mercado cubano y actualmente se consolida y apuesta por el futuro, toda vez que el saldo de esta etapa ha sido positivo.

José Vila, representante de una empresa mixta del sector de la minería, destacó los cinco años de operaciones en la Isla, y si bien reconoció que se trabaja de manera normalizada se advierte el recrudecimiento del bloqueo de manera más evidente en el acceso a suministros que provienen del exterior.

Hacemos negocios libre y voluntariamente en Cuba, adonde llegamos en los años de 1990 para ser la primera empresa mixta hotelera, que ha evolucionado hasta tener 34 hoteles y más de 15 mil habitaciones, dijo Francisco Canes, de Meliá Hoteles Internacional.

El empresario advirtió de la necesidad de mantenerse informados con fuentes fidedignas y en contacto con los ministerios y embajadas correspondientes ante la avalancha de fake news, que tienen el propósito de provocar nerviosismo entre los inversionistas.

Durante más de dos décadas sucesivas administraciones norteamericanas habían suspendido la aplicación de este título, entre otras razones por la presión de las naciones como Canadá y las que integran la Unión Europea, este último bloque ha anunciado que utilizarán todos los medios a su disposición, incluso en cooperación con otros socios internacionales, para proteger sus intereses, incluyendo una demanda ante la Organización Mundial del Comercio.

El título III está considerado por expertos como contraproducente en el Derecho Internacional, toda vez que tiene un marcado carácter extraterritorial al afectar intereses legítimos de terceros, e incluso ampara a los estadounidenses que tengan demandas certificadas contra Cuba, aunque no fuesen ciudadanos norteamericanos en el momento de la nacionalización.

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