Guantánamo.- Entre los temas abordados actualmente en los medios de comunicación cubanos, están lucha contra la violencia hacia la mujer y las ansias de ellas para alcanzar los mismos derechos que los hombres. Sin embargo, no estamos lejos al afirmar que estas problemáticas tenían sus defensores desde el siglo XIX cuando en nuestro país regía el Romanticismo.
Una de las representantes de este movimiento artístico es la poetisa camagüeyana Gertrudis Gómez de Avellaneda, nuestra Tula, quien falleció el 1ro de febrero de 1873 a los 58 años. Esta mujer, también precursora del feminismo en España y coronada, además, por las decepciones y los prejuicios propios de la época, tuvo entera voluntad para defender el lugar de la mujer en la sociedad.
A Tula no la acompañó solo el prestigio de una intensa labor profesional, sino también una vida marcada por la pérdida de sus seres más queridos: su padre, esposo, hermano… Sin embargo, tras cada quebranto, supo renacer de sus cenizas como ave Fénix y seguir su fructífera vida literaria.
La Avellaneda había nacido en una época difícil, sobre todo para una mujer con sus aspiraciones, sus inquietudes y su posición ante la vida. Esta es la razón por la cual es un ejemplo no solo para los literatos cubanos, sino también para quienes tras un sueño, arrastran las piedras discriminatorias que aún existen en el camino de la vida.
Varios investigadores han estudiado las creaciones de esta talentosa cubana. Escribió poesía lírica y dramática, relatos, prosa epistolar, obras de teatro y sus cartas a Cepeda, el gran amor de su vida. También exhibe una serie de novelas, entre ellas la más famosa Sab, publicada en el año 1841 y primera obra antiesclavista en lengua española.
Se casó varias veces durante su vida y fue esa forma de amar, tan liberada, su carácter independiente y las fuertes críticas de sus contemporáneos, lo que impidió que formara parte de la Real Academia Española de la Lengua. Sin embargo, la Avellaneda no dejó de cosechar éxitos como escritora y demostró ser incansable en la búsqueda de la felicidad además de demostrar la igualdad intelectual entre las mujeres y hombres, resaltando la supremacía de ellas.
Ha pasado 145 años de su muerte y las letras cubanas se nutren con la obra de Gertrudis Gómez de Avellaneda, una mujer toda pasión y dolor, talento y soltura. Una escritora que no llegó a comprender que la verdadera liberación de la mujer estaba relacionada con la transformación de la sociedad, pero que, sin dudas, fue precursora del feminismo moderno.
Licenciada en Español – Literatura. Periodista. Profesora Asistente. Habilitada en guión y realización de programas de TV. Editora del sitio digital de la televisión de la provincia de Guantánamo. Bloguera y activista de las Redes Sociales