Chávez; una llama circundante

Hugo Chávez: la llama circundanteGuantánamo.- Hugo Chávez Frías estuviera cumpliendo 62 años, un hombre de talla mayor cuya legendaria relación con esta isla lo convirtió en esa especie de amigo imprescindible.

Líder natural y carismático tuvo entre sus virtudes la de amar a su Venezuela por encima de todas las cosas y renovar para su gente el concepto de Patria, la misma que extendió desde el Río Grande hasta la Patagonia como la casa  grande de todos los latinoamericanos.

Niño inquieto, joven audaz, militar comprometido con su pueblo y las causas justas, sembró un legado histórico en la región que indiscutiblemente perdurará por siempre, aunque muchos se empeñen en ocultarlo, en vano.

Su impronta se multiplica por otros continentes donde también Chávez, es presencia viva y en Cuba donde tuvo su segunda patria se le recuerda también con su jocosidad contagiosa, con su pasión por la música llanera y el ritmo del cuatro, con su lealtad incondicional a nuestro Fidel y una amistad eterna.

Se fue demasiado pronto y hoy cuando lo imagino que estuviera celebrando su cumpleaños inmerso en sus funciones como presidente, sin tiempo para festejar alzo una imaginaria copa para brindar por él y recuerdo aquellas palabras suyas de admirable certeza:

“Cuando yo haya partido, pero de verdad partido, y consigan mi cadáver en al fondo de una noria, entonces tú sentirás una sombra, una llama, circundándote. Uno se va, pero no se va. Cuando a uno le toque irse uno se queda circundando”.

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