La educación cubana se distingue por ser una de las más integrales, participativas y solidaria de la región; sin embargo, todavía sus directivos consideran necesario trabajar mucho más en busca de la perfección.
Durante el XII Encuentro Internacional de Educación Inicial y Preescolar celebrado aquí del 12 al 14 de julio pasado, especialistas como Miriam Díaz, presidenta del comité organizador; y Guillermo Arias, profesor de la Universidad de La Habana, aseguraron a Prensa Latina que el Ministerio cubano del sector trabaja en busca de la perfección en todos los niveles.
“Aunque nuestro país es el que más invierte en el desarrollo del ramo, todavía necesitamos mejorar y para ello llevamos adelante un tercer perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación, en el cual intervienen todos los niveles de enseñanza”, afirmó Díaz.
De acuerdo con la también directora del Centro de Referencia Latinoamericano para la Educación Preescolar, por ello se pone un gran énfasis en el trabajo de los profesores con la primera infancia, vital en el desarrollo cultural y humano del niño.
Se aspira, dijo, a mejorar el trabajo metodológico en las escuelas y modalidades no institucionales. “Esto lo hacemos junto a la familia por el papel protagónico que tiene en la educación de los hijos”, puntualizó.
Según la máster en Ciencias de la Educación, aquí se pretende fortalecer el trabajo en red para aprovechar las posibilidades de los entes sociales en los consejos populares y las comunidades de cada municipio con un objetivo único: ‘que todos disfruten de su derecho pleno a la educación’.
Sobre el desarrollo del evento presidido por ella, manifestó su alegría por las experiencias vistas, pero también advirtió sobre la necesidad de mantener el respaldo a aquellos países que todavía no cuentan con un proyecto educacional dirigido a beneficiar a toda la sociedad.
A su juicio, en gran parte del continente los niños no cuentan con la cobertura educativa necesaria en la etapa inicial de su vida, por lo cual llegan sin nivel a la educación básica y posteriormente abandonan los estudios, factores que inciden en los altos índices de analfabetismo existentes en esas naciones.
“Claro está que Cuba no tiene esta situación. Actualmente exhibimos un indicador del 99,8 por ciento de atención educativa a través de dos modalidades, la institucional, que se lleva a cabo en los círculos infantiles y en las escuelas primarias, y a través del programa Educa a tú hijo, precisó.
Esta última, explicó, además de llegar a todas las comunidades, se ejecuta igualmente en centros hospitalarios y penitenciarios, tanto para hombres como hacia mujeres.
Por su parte, Arias considera que la región avanzó bastante respecto a cómo se trabajó la educación 10 años atrás.
“Creo que Cuba y las Organizaciones internacionales tienen una gran responsabilidad en este avance gracias al valor e importancia que le atribuyen al trabajo educacional no solo en estos niveles de enseñanza, sino en todos para que el niño comience una escolarización con las condiciones básicas y evitar así el fracaso escolar”, subrayó.
CUBA EJEMPLO DE SOLIDARIDAD
Educadores presentes en el Encuentro Internacional de Educación Inicial y Preescolar resaltaron la solidaridad cubana para impulsar el sector en sus países.
“No solo Bolivia, también gran parte de las naciones del continente y de otros confines del mundo le estarán agradecidos a Cuba por su solidaridad en el desarrollo educacional de nuestros niños y jóvenes”, destacó a Prensa Latina Juan José Quiroz, viceministro boliviano de Educación.
En ese sentido recordó que gracias al programa Yo sí puedo -respaldado por Cuba- y otros como el Juancito Pinto o el Bolivia Lee, en su país se logró reducir el índice de analfabetismo del 13,28 por ciento en 2005 al 2,94 al finalizar 2015, o el de deserción escolar del seis al 1,2 % en igual período.
Por su parte, la profesora guatemalteca Virginia Tanca afirmó que debido al apoyo desinteresado de los colegas cubanos en muchas naciones de la región se logró rebajar los niveles de analfabetismo, pero también porque la isla es guía en cuanto a diversidad cultural y desarrollo integral en la educación inicial y preescolar.
“Cuba es un digno ejemplo a seguir. Aquí todas las personas tienen participación en el desarrollo social del país, y lo vemos reflejado en áreas como la educación, la salud, el deporte, la ciencia y la política, por solo citar algunos ejemplos”, manifestó.
Al decir de la licenciada guatemalteca, esto se trata de seguir en su país y puso como ejemplo que actualmente laboran en 44 comunidades indígenas de siete departamentos y admitió que, aunque no es mucho, esperan incrementar la cantidad de zonas a visitar.
DIVERSIDAD Y EDUCACIÔN INTEGRAL
Aunque en muchos países de Latinoamérica se logró eliminar el analfabetismo, en estos momentos se debe trabajar intensamente en gran parte de la región para lograr un sistema educacional integral y diverso, coincidieron expertos internacionales presentes en el cónclave.
En esa línea destacó el panel Políticas Sociales. Diversidad Cultural y Desarrollo Integral de la Primera Infancia que defendieron los profesores Guillermo Arias, de Cuba; su homóloga guatemalteca Virginia Tanca y el boliviano Pedro Apala, entre otros.
Durante su intervención, Arias llamó a aumentar la diversidad cultural y educacional en la sociedad y a combatir las desigualdades, la discriminación en todas sus manifestaciones, los prejuicios y las diferencias que se establecen en las sociedades de consumo.
“La diversidad tiene su expresión en el contexto de la educación familiar, escolar y social, en el tránsito del sujeto de uno a otro entorno cada vez más diverso, por lo que desde la casa se debe promover la comprensión y aceptación de dicha condición, que debe reforzarse en el marco escolar”, afirmó.
Tanca, en su exposición, reconoció que en su país todavía se debe trabajar en ese aspecto y remarcó que el papel de los padres es vital no solo en la educación de los niños, especialmente los indígenas, sino también en el trabajo comunitario que desplieguen los educadores en una sociedad en la cual la discriminación es notable.
Recordó la educadora que en Guatemala conviven cuatro culturas indígenas y se emplean 25 idiomas, por lo que se debe hacer énfasis en la educación comunitaria, desde la casa en sí o en el entorno armónico con la madre naturaleza.
Mientras tanto, Apala remarcó que el trabajo político es fundamental para que se acepte la integración a la sociedad de los pueblos indígenas originarios y resaltó el papel jugado por el presidente Evo Morales desde su llegada al poder en 2006.
Desde entonces, puntualizó, se llevó adelante una etapa de integración al proceso de cambio de campesinos, movimientos indígenas y sociales que antes fueron discriminados por la élite burguesa que guiaba los destinos de la nación.