Guantánamo.- Enseñar es una obra de amor infinito y dentro de ese grupo de hombres y mujeres que se dedican a la formación de las nuevas generaciones, cada 4 de enero se rinde especial reconocimiento a los que se desempeñan en la Educación Especial.
Así ocurrió en Guantánamo donde es meritoria la dedicación del personal que labora en esa sensible esfera, obra de la Revolución, destinada a dotar a los más de mil 200 niños y adolecentes de esta provincia con necesidades educativas diferenciadas, de los conocimientos y habilidades básicas para su posterior inserción en la sociedad.