Casi imperceptible recuperación en principales embalses de Guantánamo

Por: Pablo Soroa Fernández

Leve y casi imperceptible recuperación muestran en las postrimerías de octubre, los principales embalses de la provincia de Guantánamo, al comparar su contenido con el de la primera decena del mes más lluvioso del año, reflejados en el parte diario de la dirección provincial de Recursos Hidráulicos.

Los 555,2 milímetros registrados en lo que va de año por los pluviómetros, apenas se acercan a la mitad del promedio histórico de lluvias del Alto Oriente, a pesar de lo cual se incrementaron en 5,5 discretos millones de metros cúbicos (m3) las reservas del líquido existente en los 10 primeros días del actual curso.

Presumiblemente esas láminas de lluvias cayeron sobre el santiaguero municipio Songo-La Maya, donde nace, contra lo pensado, el río Guantánamo, tributario del embalse La Yaya, garante del agua para el riego de extensas áreas agrícolas y con sus 160 millones de metros cúbicos (m3) de capacidad, el mayor de la provincia.

Esa obra hidraúlica se localiza en el municipio de Niceto Pérez, en el centro de la árida franja sur, se encuentra al 53,6 por ciento de llenado, y junto al embalse Faustino Pérez (74,5%), conforma el dúo de presas guantanameras que superan la media provincial.

Conocida popularmente como La Esperanza, la “Faustino” tiene comprometida sus existencias del preciado líquido con la moderna planta potabilizadora del río Guaso, la cual abastece con calidad a las cuatro quintas parte de la sexta urbe cubana más poblada, asiento del 42 por ciento de la población guantanamera.

A la capital provincial también tributa “La Yaya”, la cual mediante la estación de bombeo “Guanta” envía su contenido hacia la parte meridional de la Villa del Guaso, a los Consejos Populares Sur-Hospital y Sur Isleta, los más densamente poblados de los 10 que conforman el municipio de Guantánamo.

Expertos de la Sociedad de Ingeniería Hidráulica en el territorio, consultados por la ACN opinaron que dista de brindar tregua la sequía agrícola, hidráulica y meteorológica que azota al territorio más al Éste de la Habana, por lo cual postergan sus esperanzas de recuperación para noviembre.

Aunque el venidero mes inaugura en Cuba el período seco (que se extiende hasta abril), en Guantánamo se comporta tradicionalmente húmedo, como lo corroboran los golpes de agua causantes de pérdidas millonarias a esta ciudad en mayo y noviembre de 1993 y 1994.

Provocados por intensos aguaceros y las avenidas del río Guaso y su afluente el Bano, esos fenómenos hidrometeorológicos promovieron la construcción en diciembre del 2000 del embalse Faustino Pérez, cuyas modernas compuertas salieron airosas de la prueba a que las sometieron los remanentes del temible huracán Matthew, el cuatro de octubre de 2016.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *