Guantánamo.- En ciudades y serranías guantanameras ofrecen hoy sus servicios a toda capacidad 18 Salas de Rehabilitación, las cuales benefician a millares de pacientes de forma integral y gratuita, como todas las prestaciones del sistema de Salud Pública en Cuba, inclusivo y expandido a todos los rincones, una de las irrefutables conquistas de la Revolución.
En cifras, calidad y resultados se palpa el favorable impacto de estos centros asistenciales comunitarios que, en los primeros nueve meses del año, ofrecieron más de 684 mil atenciones médicas, número significativo si se considera el excepcional escenario pandémico de 2020, que en su momento más complejo limitó la capacidad de prestaciones de esos locales.
De las instalaciones de este tipo en el territorio 12 atienden las necesidades de los municipios del Plan Turquino (de desarrollo de las montañas), mientras cinco recintos cubren los cuatro puntos cardinales de la capital provincial, el de la zona sur, hoy cerrado por labores de restauración, y reubicados sus obreros y pacientes en el horario de la tarde en la Sala del área centro, de la ciudad.
Junto a sus distintivas sesiones fisioterapéuticas, estos locales ofrecen asesoría nutricional, terapia ocupacional y tratamientos con especialistas en defectología, logofonoaudiología, podología y medicina natural y tradicional, un paquete multidisciplinario para elevar la calidad de vida, la movilidad, el alivio al dolor y la mejor reinserción del paciente a las actividades cotidianas.
Entre los servicios con mayor impacto comunitario están los brindados al adulto mayor, a los discapacitados físico-motores, la consulta de psicoprofilaxis del parto para preparar a las gestantes con más de 26 semanas, y la atención terapéutica dirigida a desarrollar el autovalidismo de niños con retardo psicomotor, esta última con sede en la “Sala centro”, que es de referencia.
En la etapa más compleja de la COVID-19 estas instituciones de la atención primaria de la salud -dotadas de tecnología y personal calificado-, trabajaron hasta un 50 por ciento de su capacidad, atendiendo sólo a los sectores menos vulnerables a la epidemia, pero ya a partir de julio se retomó la acostumbrada marcha, de centenares de pacientes atendidos diariamente en cada local.
Los detalles los ofreció a la Agencia Cubana de Noticias Yamilka Faure, Jefa del Programa de Rehabilitación Integral en la provincia, quien destacó la importancia del enfoque comunitario de esta rama, para el tratamiento y prevención también de enfermedades crónicas no transmisibles, como la hipertensión y otras afecciones que pueden evitarse con estilos de vida sanos.
Las bondades de este programa se extienden al Centro Médico Psicopedagógico de la región, a hospitales, Hogares Maternos y de Ancianos, y en las intrincadas zonas serranas sus servicios básicos se ofrecen en 152 Salas de Televisión, cubiertas con personal técnico capacitado en Terapia Física y Rehabilitación, que en lo que va de año han sumado cerca de 200 mil prestaciones.
El Programa de Rehabilitación Integral en Guantánamo cuenta con más de mil 500 licenciados en las diferentes especialidades, una veintena de médicos fisiatrías, y un parque de 255 equipos de alta tecnología, distribuidos en los 10 municipios, que exhiben hoy un 98 por ciento de disponibilidad técnica, gracias al mantenimiento de avezados electromédicos, destacó la directiva.
Aún con la repercusión del bloqueo estadounidense a Cuba, que agrede con saña a la salud pública y obstaculiza la actualización de su tecnología, el Programa de Rehabilitación Integral, surgido en 2003 por idea de Fidel, cuenta con una sólida red de salas en toda la Isla, donde millones se han recuperado gracias a sus servicios, satisfacción que no empaña ningún enfermizo y arbitrario cerco.
