Guantánamo.- Un ajetreo diferente se vive por estos días en los barrios guantanameros, y es que los delegados electos en las circunscripciones (demarcaciones) en los comicios parciales de abril último, rinden cuentas sobre su gestión a los vecinos que los eligieron como sus representantes ante los órganos locales de gobierno.
Los delegados son hombres y mujeres que en una cifra significativa tienen sus empleos y/o estudian, no perciben ningún tipo de salario por esta actividad que es meramente de reconocimiento social. Entre sus distintas responsabilidades, ellos dedican un tiempo para atender a sus electores y viabilizar sus preocupaciones.
En la más oriental de las provincias de Cuba, está previsto que se realicen estos tipos de intercambios en unas 2 mil 160 áreas en todos los municipios hasta el 30 de diciembre, como dato novedoso por vez primera se incorporan observadores: estudiantes universitarios y de la enseñanza media, capacitados para evaluar la calidad de los mismas y quienes a su vez trasladarán a la Asamblea Nacional del Poder Popular experiencias y criterios para perfeccionar el ejercicio de gobierno popular.
En este proceso de rendición de cuentas correspondiente al decimosexto período de mandato, se reiteran intervenciones relacionadas con la mala calidad de las inversiones, la falta de alumbrado, teléfonos y transporte público, la necesidad de incrementar el enfrentamiento al delito e indisciplinas sociales.
Vale destacar que en Guantánamo se ha solucionado más del 85 por ciento de los planteamientos formulados en el mandato anterior.
Las autoridades cubanas pretenden lograr en el presente proceso un amplio intercambio entre la población y sus elegidos el pasado 19 de abril y afianzar su papel de guías a la hora de coordinar esfuerzos para solucionar los problemas locales.
Este es un espacio para exteriorizar el derecho ciudadano de plantear y recibir respuestas por parte de los responsables y buscar soluciones a las problemáticas del barrio mediante iniciativas populares, las cuales son oportunamente reconocidas. La rendición de cuenta en Cuba es momento de diálogo, esta vez con una nueva mirada al poder del pueblo.
