Hepatitis B: Amenaza silenciosa

Amenaza silenciosa

Hepatitis B: Amenaza silenciosaUnos 49 años han pasado desde que el destacado científico norteamericano Baruch Blumberg descubriera el virus de la hepatitis B, y en su honor el 28 de julio, día en que naciera este médico, fue instituido como el Día Mundial de lucha contra esta enfermedad.

“La hepatitis viral es una inflamación del hígado causada por uno de los cinco virus de la hepatitis, llamados tipo A, B, C, D y E. Si bien todos ellos causan enfermedad hepática, difieren en cuanto a la epidemiología, la evolución natural, la prevención, el diagnóstico y el tratamiento”, apunta la doctora en Ciencias Zaily Dorta Guridi, especialista de I grado en Medicina General Integral y Gastroenterología.

De acuerdo con la entrevistada, las principales complicaciones son la cirrosis hepática y el cáncer de hígado. “Durante los últimos diez años en Cuba las cirrosis y otras afecciones crónicas del hígado están dentro de las primeras diez causas de muerte. Los grupos de edades más afectados son las personas entre los 55 y 59 años seguido del grupo de igual o mayor de 60 años”.

En nuestro país, señaló, se realiza la pesquisa a los grupos de riesgo de hepatitis virales B y C, como son los donantes de sangre, órganos, semen, tejidos; las gestantes, los enfermos de infecciones de transmisión sexual; aquellas personas que hayan tenido contacto con pacientes infectados, los pacientes en diálisis y hemodiálisis, como parte del chequeo pre em­pleo para todos los trabajadores; a los reclusos, las personas con VIH/Sida, al personal de salud, entre otros.

“Es importante mencionar que aunque estos son los grupos que se pesquisan, están disponibles en las instituciones de salud las pruebas de pesquisa para detectar la infección por hepatitis B y C. Toda la población que se sienta en riesgo se puede realizar el examen”, precisó la especialista, quien hizo un particular énfasis en la profilaxis de las hepatitis virales.

Al respecto, refirió como elemento esencial el uso del condón para evitar la transmisión sexual de las hepatitis B y C y señaló que se ha observado mayor transmisión en los hombres que tienen sexo con hombres (HSH). Del mismo modo, dijo la entrevistada, no deben realizarse tatuajes, acupunturas, colocación de aretes u otros adornos corporales en lugares no seguros que incumplan las medidas higiénicas; pues otra de las vías de transmisión del virus es la sanguínea.

Con relación a la situación de la hepatitis B en Cuba, la investigadora apuntó que “la incidencia de casos disminuye desde 20,3 en el año 1992 hasta 0,4 x 100 000 habitantes en el 2015, siendo el grupo de edad más afectado el de 25-59 años. La disminución de la incidencia de esta enfermedad se debe a que, a partir del año 1992 la vacunación con la vacuna recombinante Heberbiovac HB pasó a formar parte del programa nacional de inmunización para todos los recién nacidos del país y para diferentes grupos poblacionales y de riesgos. De ahí que en Cuba la población menor de 35 años se encuentra inmunizada contra la hepatitis B”, enfatizó.

“El contacto con el virus durante los cinco primeros años de vida da lugar a una infección crónica en la mayoría de los casos (90 %). Sin embargo, solo se desarrolla en un pequeño porcentaje (1-5 %) de pacientes infectados en la edad adulta. Se describe que 2- 10 % de los pacientes con hepatitis crónica por virus B evolucionan hacia la cirrosis hepática y entre 2-8 % desarrollan carcinoma hepatocelular”, explicó.

Sobre las manifestaciones clínicas, la entrevistada subrayó que se puede presentar una fase aguda donde el periodo de incubación, desde la exposición aguda hasta los síntomas clínicos, oscila entre 60 y 180 días. La presentación clínica varía desde una infección asintomática hasta una hepatitis colestásica con ictericia, y rara vez insuficiencia hepática. Esta etapa puede estar precedida por pródromos: fiebre, malestar general, anorexia, náuseas, mialgias, e incluso molestias en cuadrante su­perior derecho como consecuencia del aumen­to de tamaño del hígado.

En la fase crónica, dijo, las manifestaciones clínicas son típicamente ligeras e inespecíficas. “La enfermedad evoluciona de forma inadvertida y puede llegar hasta la cirrosis, donde la persona desarrolla complicaciones de la enfermedad. Estos pacientes se mantienen asintomáticos por mucho tiempo con evidentes alteraciones bioquímicas e histológicas, si bien existen algunos pacientes infectados crónicamente que no muestran alteraciones clínicas ni bioquímicas de la enfermedad, los cuales son conocidos como portadores inactivos de la infección por VHB. La enfermedad puede te­ner periodos de exacerbación que clínicamente son semejantes a la hepatitis aguda, pudiendo corresponder a una fase de reactivación viral o una sobre infección por otro virus hepatotropos”.

El diagnóstico de la VHB se realiza por la de­tección de marcadores serológicos y de pruebas especiales realizadas en los laboratorios de biología molecular, y el objetivo primario del tratamiento es frenar el curso de la enfermedad e im­pedir el desarrollo de cirrosis y cáncer de hígado, así como mejorar la supervivencia y calidad de vida de los pacientes, explicó la doctora Dorta Guridi.

De ahí que, refirió, los fármacos empleados en la hepatitis B crónica tienen como finalidad suprimir la actividad viral y mantener a largo plazo niveles indetectables de ADN y evitar la pro­gresión de la enfermedad. “En los últimos años se han obtenido grandes avances en relación con  los medicamentos antivirales para la he­patitis B”, dijo.

Agregó la entrevistada que en el caso de las em­barazadas con virus de la hepatitis B, se ejecutan acciones encaminadas a la inmunización de los neonatos con el esquema de va­cunación de madre portadora de hepatitis B, la profilaxis con inmunoglobulina anti-hepatitis B; no se contraindica la lactancia ma­terna y al no existir evidencias científicas que apoyen las mo­difi­ca­ciones de la conducta obstétrica (no más beneficio con la realización de cesárea), es­ta se desarrolla como está establecido en los protocolos.

“En Cuba, en centros especializados donde se encuentra personal altamente calificado, se cuenta para el tratamiento de la hepatitis B crónica con todos los fármacos aprobados para este fin”, precisó.

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