Tras el cambio, el año pasado, del estelar boxeador Arlen López, de los 75 a los 81 kilogramos, quedaron abiertas las puertas de las oportunidades para asumir empeños mayores en la división mediana a dos atletas de esta provincia: Yoenlis Hernández y Yainier Areu.
Ambos púgiles entrenan en instalaciones camagüeyanas, como parte de la preselección nacional, de donde deben salir, a partir del rendimiento y de los resultados en los próximos topes programados, los representantes de la escuadra cubana de boxeo al torneo clasificatorio rumbo a los Juegos Olímpicos de Tokio 2021.
Hasta la pista de atletismo de la EIDE Cerro Pelado se trasladó Granma para dialogar con Yoenlis Hernández, una vez concluida la comprobación de la capacidad de resistencia en una agotadora carrera de 5 000 metros, con cinco paradas, para medir de manera progresiva los signos vitales de los atletas.
-¿Cómo se siente luego de este largo periodo de descanso activo?
-Aunque todavía no estamos al límite de las posibilidades, me siento bien y eso se ve en la respuesta favorable a las cargas de entrenamiento físico a que estamos sometidos. Ahora, además, tenemos el apoyo y la asesoría de los entrenadores, pues no es lo mismo practicar uno solo en la casa.
-¿Considera traumático o demasiado prematuro el paso de los 69 a los 75 kilogramos?
-Creo que fue una decisión acertada del colectivo técnico de la selección nacional. En lo personal, me veo con más posibilidades de obtener un título en los 75 kg que en los 69, división en la que reina el monarca olímpico y mundial Roniel Iglesias.
-¿Cómo ha transcurrido su proceso de adaptación de una categoría a otra?
-Considero que ha sido gradual, pero fructífero. Me estrené en los 75 en la arena internacional en la Copa Gobernadores de San Petersburgo, en Rusia, efectuada en mayo de 2019 y, aunque perdí, fue de mucho provecho en materia de fogueo.
«Luego, en noviembre, participé, en la sala Rafael Trejo, de La Habana, en un tope amistoso y en el entrenamiento conjunto con los púgiles de Uzbekistán, actuales campeones mundiales, y creo que pasé bien ese difícil examen».
-Parecía, entonces, que el «Playa Girón» de ese año sería el momento idóneo para coronarse en la nueva división; sin embargo, no fue así…
-Es cierto. Perdí 2-3 en reñido combate final con mi coterráneo Yainier Areu. Somos buenos amigos, pero así es el deporte. Ambos queremos ser el primer hombre de la división y siempre estará presente la rivalidad.
-¿Qué debe mejorar para lograr ese propósito?
-Soy ágil sobre el ring y tengo una buena defensa, pero debo tirar muchos más golpes, ser más combativo. También he aumentado un poco de peso, me siento más fuerte, pues me resultaba difícil hacer los 75 kg.
(Tomado de Granma)